jueves, 30 de mayo de 2024

Eróstrato redivivo

Se cuenta que Eróstrato, un humilde pastor griego, quiso ganar fama cometiendo un destrozo enorme. Para lograrla, incendió el templo de Artemisa, en Éfeso. Obtuvo con ello la ejecución, pero también un renombre infame que llega hasta nuestros días. Hoy, los psicólogos hablan del síndrome o el complejo de Eróstrato para referirse al fenómeno por el cual ciertos individuos están dispuestos a incurrir en cualquier atrocidad que los dé a conocer con asombro entre sus semejantes.

Viendo lo que ocurre por estas calendas en nuestro país, no deja uno de pensar en si el que nos desgobierna, además de los notorios desequilibrios psíquicos que exhibe, padece también este trastorno.

Amenaza con destruir la institucionalidad si no se accede a sus muy discutibles iniciativas. Quizás no llegue, como Hitler, al extremo de incendiar el Reichstag, pero tiene al Congreso en ascuas porque no se le ha puesto de rodillas. Igual que a la Corte Suprema de Justicia, se halla presto a convocar a sus hordas para intimidarlo.

Está arruinando a Colombia. El fisco naufraga al borde de la bancarrota y todos los índices de la economía muestran severos deterioros. Lo único que crece es la actividad ilegal, que ha hecho del nuestro un vergonzoso narcoestado.

Con su cínico "chu, chu, chu" está liquidando el sistema de salud que venía protegiendo a nuestras comunidades. Hay millones de afiliados a las EPS que en estos momentos tiemblan pensando en la suerte que les espera porque un gobernante enemigo a ultranza del sector privado ha decidido ahorcarlas financieramente.

El tejido social está hecho flecos. Y para más ultraje, sus seguidores promueven en el Congreso una aterradora iniciativa tendiente a destruir del todo el orden familiar. Se trata del proyecto de ley 272 de 2022 que pretende prohibirles a los padres orientar la sexualidad de sus hijos, lo que Viviane Morales ha calificado como algo que consagra el delito de ser padres (vid. Alerta: el delito de ser padres - Columna de Viviane Morales (eltiempo.com). ¿Qué se hizo la Iglesia militante que en otras épocas habría protestado desde los púlpitos contra una iniciativa tan disolvente?

Alguno de sus secuaces aconsejó durante la campaña presidencial que se corrieran las líneas éticas. Esa asquerosa sugerencia se ha cumplido escrupulosamente hasta el punto de borrarlas sin un ápice de recato.

Este gobierno es una sentina que hiede por do se la huela. No se recuerda otro en el que semana tras semana hayan estallado más escándalos de corrupción. Vaya uno a saber si la tapa es el que acaba de denunciarse sobre el cónclave gubernamental que según Olmedo y Pinilla ordenó la compra de congresistas. Quizás haya otros peores.

Es verdad que se han presentado reacciones ciudadanas contra los desafueros del que en mala hora ocupa la jefatura del Estado. Pero se requiere mayor contundencia, pues su ímpetu destructivo amenaza con la demolición de todo nuestro ordenamiento social. No podemos olvidar que es un comunista recalcitrante que rechaza todo lo que trabajosamente se ha logrado a lo largo de años, en aras de unos delirios ideológicos que han mostrado su fracaso en otras latitudes bastante cercanas por cierto. Es una burla imperdonable que se nos ofrezca como paradigma de sociedad justa lo que padecen hoy cubanos y venezolanos.

Bien se dice que en estos momentos Colombia sufre la peor hora de toda su historia.

¿Qué estropicio falta para que se alce de modo rotundo contra la ignominia reinante?




jueves, 23 de mayo de 2024

Pese y compare

Se dice que las comparaciones son odiosas. Puede que así sea, pero no podemos dejar de hacerlas cuando las circunstancias lo indican.

El expresidente Uribe Vélez hizo en estos días en Eafit una exposición sobre liderazgo que merece difundirse copiosamente. Puede sintonizársela en https://www.youtube.com/watch?v=kpcW3QzjZPk&t=4358s.

El suyo es un liderazgo positivo, creador, que promueve mejorías sustanciales en la vida comunitaria y deja huella para ejemplo de las nuevas generaciones. No en vano terminó el gobierno con la más alta aprobación que haya podido exhibir cualquier otro de sus antecesores y sus sucesores.

Una propaganda a todas luces malintencionada ha pretendido desacreditarlo frente a las nuevas generaciones, que ignoran cómo estaba Colombia en 2002 y cómo quedó en 2010. No saben quizás que el horror que hoy padecemos nos regresa a la última década del siglo pasado, cuando el país estaba, como hoy, al borde del colapso.

Aunque soy reacio a pronunciarme sobre expedientes judiciales que no conozco en detalle, lo soy también para emitir juicio condenatorio en su contra en razón de las acusaciones que bajo el comando de la nueva Fiscal General de la Nación acaban de formulársele. Lo conozco desde hace años y cuesta creer que haya autorizado sobornos y otras acciones delictivas tendientes a cambiar dichos de testigos. El asunto pasará a manos de jueces competentes que a la postre tomarán las decisiones que correspondan. El expresidente está sub judice, pero mientras no medie sentencia condenatoria lo amparará la presunción de inocencia.

Con su habitual caballerosidad, suele abstenerse de emitir calificativos desobligantes para quien hoy en mala hora nos desgobierna. Conceptúa sobre sus políticas, sus palabras y sus acciones, pero no sobre su persona. Cree que la dignidad presidencial merece respeto.

Con todo comedimiento, me aparto de esa postura. Ya he escrito y lo reitero que estamos bajo el mando de un gobernante espurio e indigno.

Escuchando la lección de liderazgo del expresidente Uribe pensaba yo en lo que sería esa misma lección si el protagonista fuera el actual ocupante de la Casa de Nariño, del que desde hace tiempos he sostenido que ejerce un liderazgo tóxico, propio de un fiel discípulo del Príncipe de la Mentira. Su discurso no entona el sursum corda que antecedía al prefacio de la misa católica tradicional, sino que va encaminado a pulsar las cuerdas del resentimiento, el odio, el ánimo pendenciero y las bajas pasiones del populacho. No me lo imagino hablando positivamente de liderazgo ante un público juvenil ávido de contar con buenos ejemplos y enseñanzas edificantes.

Su exministro Alejandro Gaviria ha dicho con buenas razones que es un personaje que enturbia el debate político. Lo suyo no es la ponderación equilibrada de los hechos ni la formulación sensata de propuestas para introducir cambios positivos en pro del bien común. Muchísimo menos se advierte en su talante el propósito de brindar buenos ejemplos para las nuevas generaciones. La maledicencia está en el trasfondo de sus planteamientos. El insulto es su arma preferida. En él predomina el cerebro de los reptiles y pocas muestras exhibe de que sus reacciones estén matizadas por el neocórtex de las especies superiores.

¿Por qué no le explica al país su renuencia a garantizar mediante el empleo legal de la fuerza pública el mantenimiento del orden público y su restauración do quiera se encuentre turbado?  Es su primer deber como gobernante y se niega a cumplirlo, probablemente porque abriga un proyecto verdaderamente demoníaco tendiente a debilitar el poder coactivo de la institución estatal y reforzar el dominio territorial de la subversión, tal como está sucediendo a ojos vistas. Quizás pretenda sacar partido del desorden y la anarquía para promover, en asocio con el Eln, su proyecto revolucionario de instaurar un régimen constitucional por fuera de lo que nuestro ordenamiento político dispone. 

Su liderazgo tóxico no se encamina hacia la edificación de un orden armónico, sino hacia le destrucción de lo que hoy existe, en aras de una distopía cuyos alcances ni él mismo atina a vislumbrar.



lunes, 13 de mayo de 2024

El Caos y la Noche

En mi más reciente escrito para este blog aludí a una pieza teatral de Henri de Montherlant que trata sobre esos amores adolescentes que no osan confesar su nombre, "La ciudad cuyo príncipe es un niño", para señalar la desgracia que representa para nosotros el estar bajo la férula de un desquiciado mental.

A este penoso asunto le dedicó Isabel Cuervo hace poco un programa que conviene ver, en el que varios expertos revelan preocupantes conclusiones sobre el perfil psicológico de quien en mala hora nos desgobierna. Vid. https://www.youtube.com/watch?v=YzO0iv3YY2A.

Echo mano otra vez de Montherlant para titular este escrito valiéndome de su novela "El Caos y la Noche", sobre la que puede leerse un interesante comentario en Un libro al día: Henry de Montherlant: El caos y la noche (unlibroaldia.blogspot.com).

El título ilustra a cabalidad sobre lo que nos depara el inmediato porvenir bajo el desgobierno imperante.

¿Qué duda cabe de que nos arrastra hacia el caos?

El contenido de sus últimas peroratas es elocuente. Si el Congreso no aprueba sus proyectos, si los órganos de control insisten en investigar y denunciar las irregularidades en la financiación de su campaña presidencial, si avanzan las pesquisas sobre los malos manejos de sus colaboradores, amenaza con el estallido social que a comienzos de esta década puso en jaque al gobierno de Iván Duque.

Es inconcebible que sea el propio jefe del Estado quien incite a sus seguidores contra los demás poderes respecto de los cuáles debería observar la colaboración armónica que ordena la Constitución Política.

Su incitación a que el populacho rodee dizque pacíficamente a las autoridades que no comulgan con sus propósitos significa simple y llanamente azuzarlo para que por lo menos se perpetren asonadas en contra de ellas. Bien sabido se tiene en razón de la experiencia del tal estallido social que al lado de las marchas pacíficas se produjo la actuación de la tristemente célebre Primera Línea, a la que la Fiscalía le endilgó su carácter criminal, aunque ya se anuncia que quien ahora la encabeza pretende, bajo la acción gubernamental, restarle las imputaciones por terrorismo y concierto para delinquir. Y quien funge de comandante supremo de las fuerzas armadas les ordena de antemano a éstas no reprimir los "retozos democráticos" de las hordas que él mismo está convocando.

El primer deber de quien ostenta el cargo de mayor jerarquía dentro de la Rama Ejecutiva es mantener el orden público y restablecerlo cuando fuere turbado. Viola entonces su deber si él mismo promueve las perturbaciones, máxime si su cometido explícito es forzar un cambio constitucional en contra de lo que la normatividad vigente dispone.

Cada una de sus últimas intervenciones públicas acredita su indignidad en ejercicio del cargo que ostenta y, por consiguiente, configura causal suficiente para que en últimas el Senado lo destituya y suspenda en el ejercicio de sus derechos políticos. Afortunadamente, el senador Jota Pe Hernández ya ha radicado una denuncia ante la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes para que se proceda a encausarlo por los insultos y las amenazas que ha proferido contra los magistrados del Consejo Nacional Electoral.

Al caos resultante de sus demenciales iniciativas le seguirá necesariamente la noche. Ya se la está presagiando, tal como lo muestra el penoso estado de ánimo de las comunidades que cada día están temiendo lo peor. Hace algún tiempo recordé un comentario de Simón Leys sobre la Revolución Cultural que promovió en China Mao Zedong, uno de los ídolos de quien nos desgobierna. Según Leys, la situación se tornó tan oscura que los pesimistas no atinaban a vislumbrar el porvenir, mientras que los optimistas tornaban sus miradas hacia el pasado. 

Ojalá que acá se cumpliera el viejo dicho según el cual tras la noche oscura siempre sale el sol. Pero ni los cubanos ni los venezolanos han podido, después de décadas de comunismo, contemplar, como dice un precioso canto argentino, que "por detrás de la loma el sol la puntita asoma como roja llamarada" (vid. Por el camino (Zamba del boyero). Zamba (todotango.com).

Hay que celebrar la iniciativa de Mauricio Cárdenas Santamaría en pro de una amplia y vigorosa coalición que bajo el rubro de "Unidos por Colombia" frene el golpe que ya está dando el comunista recalcitrante de marras (vid. https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/comenzo-el-golpe-3342034).

Hoy, cuando se cumplen 107 años de la primera de las apariciones de la Virgen de Fátima, debemos orar para que la Divina Providencia salve a nuestra patria de los tenebrosos designios del energúmeno que nos desgobierna.

jueves, 9 de mayo de 2024

El Pacto Histérico

No debe de extrañarnos la agresiva respuesta que el desquiciado que habita en la Casa de Nariño le dio a la noticia de que en el CNE se radicó un proyecto para imputarle cargos a él y al gerente de su campaña presidencial por haber excedido los topes legalmente fijados para la financiación de la misma (vid. Petro insinuó que se quedaría en el poder hasta que el pueblo diga (pulzo.com).

Puede verse en YouTube el diagnóstico que un reputado psiquiatra formula acerca de la personalidad de quien nos desgobierna. Según su autorizado criterio, hay 10 síntomas de psicopatía y nuestro Líder Galáctico los exhibe todos (vid. https://www.youtube.com/watch?v=tJOVri4AFhI). Por eso he planteado en otras ocasiones el tema de si semejante anomalía mental, que los psiquiatras afirman que es incurable, condiciona una incapacidad física permanente que según el artículo 194 de la Constitución Política le permitiría al Senado declarar la falta absoluta del cargo.

El desafío a la institucionalidad que está manifestando nuestro Líder Galáctico es, simple y llanamente, demencial. 

Nunca en la historia colombiana se había dado un caso de tamaña gravedad. 

El primer gran principio fundamental que rige a nuestro país, según el artículo 1 de la Constitución Política, proclama que "Colombia es un Estado social de derecho", lo cual apuntala el artículo 4 cuando declara que "La Constitución es norma de norma de normas", vale decir, contiene la normatividad fundamental que rige la vida del país y contiene el estatuto del poder público, cuyos detentadores deben responder no sólo por infringir el ordenamiento jurídico, sino "por omisión y extralimitación en el ejercicio de sus funciones" (art. 6).

El jefe del Estado debería ser el primero en manifestar su leal acatamiento al orden jurídico que al momento de tomar posesión de su cargo juró solemnemente cumplir y defender, así como desempeñar los deberes pertinentes (art. 122 de la Constitución Política).

En su inusitado discurso de Cartagena el que nos desgobierna dijo de modo inequívoco que para él la Constitución no es lo que reza en el texto formalmente aprobado por la Asamblea nacional Constituyente en 1991, junto con las reformas que se le han introducido mediante Actos Legislativos debidamente aprobados por el Congreso, sino un cuerpo etéreo disperso en una delicuescente voluntad popular de la que tan sólo él sería el intérprete legitimado.

Ya lo he dicho en otras oportunidades. Para él. el pueblo no es la ciudadanía organizada que debidamente informada y a través de ejercicios racionales decide sobre los asuntos que le conciernen, sino la masa tumultuaria que obra al impulso desaforado de las pasiones.

He observado en escritos anteriores que este comportamiento presidencial de suyo configura la causal de indignidad por mala conducta, que según el artículo 175-2 de la Constitución Política le permite al Senado destituirlo del empleo y privarlo de sus derechos políticos. Además, pone de manifiesto un iter criminis, vale decir, el comienzo de un proditorio designio de destruir el ordenamiento constitucional de la Republica.

A ese audaz y perverso designio hay que ponerle coto cuanto antes. Los variados dispositivos de control del poder que consagra nuestra Constitución deben ponerse en marcha con celeridad para impedir que el espíritu de aventura que posee al psicópata y sociópata de marras prosiga en busca de sus ominosos propósitos. 

No hay que olvidar que el Estado de Derecho, que deriva en el Imperio de la Ley, es lo que garantiza que haya democracia y garantía de las libertades. Si se impone la arbitrariedad gubernamental, hay que decirle adiós a la civilización política.

Alguna vez, hace años, escribí, comentando una discutida pieza teatral de Henri de Montherlant, sobre la desgracia que pesa sobre la sociedad cuyo príncipe es un niño. Según este célebre autor, el título procede de un texto de Isaías, pero en realidad se lo halla en el Eclesiastés: "¡Ay de ti, tierra, cuyo rey es un muchacho, y cuyos príncipes banquetean de mañana!" (Eclesiastés 10:16)

¡Qué decir ahora sobre la sociedad cuyo príncipe es un demente!

En el alto gobierno hay juristas que gozan de cierto reconocimiento por sus trayectorias profesionales. Es hora de que hagan ver su compromiso por la causa del Derecho. Además, les toca pensar en las severas responsabilidades que les competen. 

Pienso especialmente en la Fiscal General de la Nación, que ha dedicado su vida profesional al servicio de la justicia y específicamente a combatir la criminalidad. Más allá de sus preferencias personales y políticas, le toca pensar en su compromiso ante la historia. Y si, como egresada de una universidad católica, conserva todavía la convicción de que obra ante la presencia de Dios, nuestro Supremo Juez, es el sentido del deber lo que ha de guiar sus pasos.

Sobre el país sopla un viento de locura. Lo que nos desgobierna no es un Pacto Histórico, sino Histérico, desatinado, enfurecido, mentalmente enfermo.

Que Dios nos proteja de la violenta tormenta política que se avecina.


sábado, 4 de mayo de 2024

Espurio e Indigno

Según el DRAE, espurio significa falso o bastardo. Por extensión, quiere decir ilegítimo.

Conviene recordar que quien nos desgobierna fue condenado por sentencia judicial a pena privativa de la libertad por porte ilegal de armas. Como estaba preso, no pudo participar en la atroz toma del Palacio de Justicia que perpetró el M-19 en noviembre de 1985. Dada esa circunstancia, la de haber sido judicialmente condenado, si se hubiera aplicado el artículo 197 de la Constitución Política, en concordancia con el artículo 179-1 id., su elección para la Presidencia de la República habría sido nula. Pero hace años, cuando alguien intentó que se anulara alguna elección suya, el Consejo de Estado desestimó la causa por cuanto no se pudo aportar copia auténtica de la sentencia condenatoria. ¡Alguien  había sustraído el original del expediente en que constaba el proceso! ¿Ocurrió ello por obra de bibibirloque? Vaya uno a saberlo. Pero lo cierto es que muy probablemente esa sustracción implicó una modalidad del delito de falsedad documental que a nadie se le ocurrió investigar.

Habida consideración de estos antecedentes cabe afirmar que estamos bajo el poder de un gobernante espurio.

Es, además, indigno.

Hace poco me referí en este blog al tema de la indignidad presidencial, señalando que es un concepto que va más allá de la legislación penal, pues se reviste de connotaciones morales e incluso propias de los códigos no escritos de la urbanidad y las buenas maneras.

Que quien nos desgobierna es zafio, es decir, grosero y tosco en sus modales, carente de tacto en su comportamiento, es algo que salta a la vista. El DRAE lo describe tal cual es. Su conducta no es la que se espera de quien, de acuerdo con el artículo 188 de la Constitución Política, simboliza la unidad nacional. Todo lo contrario, según puede apreciarse en el vitriólico y hasta nauseabundo discurso que pronunció en la plaza de Bolívar el pasado 1 de mayo (vid. https://www.rtvcnoticias.com/discurso-de-petro-completo-1-de-mayo), pues ahí afloran el odio, el resentimiento, la violencia verbal y otras torpes manifestaciones de su desquiciada personalidad.

Si alguna duda cabe acerca del comportamiento indigno del que de modo espurio ejerce la primera magistratura, basta para dilucidarla con escuchar esa pieza que está en los antípodas de la oratoria de Demóstenes. José Obdulio Gaviria acierta cuando la califica como "barriobajera".

Siguiendo la recomendación de su áulico Guanumen, a quien premió con un buen puesto en la diplomacia, se ha esmerado en "correr las líneas éticas" de su desgobierno, para incurrir en múltiples desafueros verbales del todo impropios de la alta investidura que ostenta. Lo reitero: insulta, lanza acusaciones temerarias, tergiversa, azuza, disocia, enardece a su auditorio y lo incita a la rebelión.

En el célebre debate sobre la pena de muerte que enfrentó a Antonio José Restrepo ("Ñito") con el maestro Guillermo Valencia, aquél se atrevió a apostrofar al gran poeta payanés diciéndole "jayán insolente". Este apelativo fue a todas luces inadecuado en esa ocasión. Ahora, en cambio, le viene como anillo al dedo al gárrulo personaje que dice encarnar las más profundas aspiraciones de nuestro pueblo.

La prueba reina de su indignidad anida en el fatídico discurso de marras: ha anunciado sin reato alguno que si se da cumplimiento a lo que paladinamente dispone el artículo 109 de la Constitución Política sobre pérdida del puesto para quien violare las restricciones sobre financiación de su campaña electoral, no sólo desconocerá el fallo, sino que convocará al pueblo para que salga a las calles a impedir su ejecución. En pocas palabras, ello significa que violará la Constitución Política que juró solemnemente cumplir el 7 de agosto de 2022.

¿Qué otra muestra de comportamiento impropio de su elevada investidura se requeriría para acreditar su indignidad para ejercerla?


miércoles, 1 de mayo de 2024

Ilusiones perdidas

Carlos Marx denunció con vehemencia los defectos del capitalismo y profetizó su autodestrucción para ser reemplazado por un proyecto socialista llamado a superar todas las contradicciones colectivas y garantizar la superación de las necesidades humanas por la vía de la emancipación.

Muchos creyeron en el siglo XX en sus diagnósticos y profecías, como si se tratase de revelaciones cuasi divinas. El credo comunista reemplazó de hecho la fe religiosa en gran cantidad de personas. Hubo quienes pensaron que podía mejorarse el socialismo real a través de un socialismo con rostro humano. Pero, como decía Lenin, "los hechos son tozudos". El socialismo real mostró en todas partes no sólo sus insuperables deficiencias, sino su espantosa inhumanidad.

Así se lo está viendo en Cuba. Es un país mendicante amenazado por la hambruna, fenómeno que en el siglo pasado se padeció precisamente en países que habían abrazado el socialismo. La Unión Soviética en los años 30, China entre 1959 y 1961, Somalia, etc. Y como la gente protesta, crece la represión. En Cuba se amenaza ahora con la pena de muerte a los que se quejan por las penurias a las que se ven sometidos (vid. https://www.cubanet.org/noticias/pena-de-muerte-amenaza-del-regimen-como-herramienta-de-represion-contra-las-protestas/).

En otras ocasiones me he referido al libro de F. Furet que lleva por título "El Pasado de una Ilusión", en el que se hace un definitivo corte de cuentas con el experimento comunista. Furet fue en la juventud, igual que muchos de su generación, un creyente en las promesas del comunismo. Pero las realidades lo convencieron de su error (vid. El pasado de una ilusión (archive.org). No es sino ver como se desplomó el imperio soviético bajo el peso de sus propios extravíos, tal como lo narran con lujo de detalles, entre otros, Hélène Carrère d'Encause en "Seis años que cambiaron el mundo" y Timothy Garton Ash en "Historia del Presente" (vid. Europa - Timothy Garton Ash - Descargar gratis PDF, EPUB o Mobi (epubdescargas.net). Y, para que no sucumbiera, en China y Vietnam los dirigentes comunistas introdujeron en sus regímenes la economía capitalista que les ha garantizado la supervivencia. De hecho, la gran revolución en China no es la que promovió Mao, que trajo consigo la pauperización, sino la de Deng Xiaoping, a quien con toda justicia puede llamársele el padre de la China moderna (vid. Deng Xiaoping and the Transformation of China: Vogel, Ezra F.: 9780674725867: Amazon.com: Books).

El capitalismo, como toda fórmula de ordenación económica, política y social, exhibe defectos protuberantes. Pero al lado de ello, muestra su capacidad de autocorrección, que es lo que condujo a desmentir el fatalismo de las profecías de Marx. Su gran ventaja reside en que cree en la libertad; en la iniciativa individual; en la creatividad del empresario; en la convicción de que cada uno a través de su espíritu de superación y su esfuerzo disciplinado, puede mejorar su calidad de vida y la de su entorno social. Es lo que Croce exaltaba en "La historia como hazaña de la libertad" (vid. Croce, Benedetto. La Historia Como Hazaña De La Libertad [2010] : Benedetto Croce : Free Download, Borrow, and Streaming : Internet Archive).

Hace poco cité un texto de Toynbee en el que plantea que para la defensa de nuestra civilización es indispensable el buen entendimiento entre lo público y lo privado. Es la fórmula salvadora que trajo la paz a Europa occidental en la segunda mitad del siglo pasado, cuando en la primera fue la más violenta de las regiones del mundo. Su esencia radica en el principio de subsidiariedad que postula la Doctrina Social Católica: "Tanta libertad cuanta sea posible; tanta intervención estatal cuanta sea necesaria".

Colombia padece hoy el desgobierno de un comunista recalcitrante que descree de las ventajas de la libertad económica y es un idólatra del estatismo. La propiedad privada, el libre mercado, las iniciativas empresariales, etc. son para él motivos de satanización. Las engloba dentro de una entelequia ominosa que llama "neoliberalismo". Según él, la extinción de la humanidad por obra del cambio climático será el efecto letal de un régimen de libertades que, al contrario de lo que cree, ha traído consigo el mejoramiento de las condiciones de vida de millones de seres humanos en los últimos tiempos.

Lo que de hecho nos ofrece este Profeta Apocalíptico no es la ilusoria emancipación que promete el marxismo, sino la abyecta sujeción a los designios de los políticos que controlan la maquinaria estatal. La salud, el alimento, el empleo, la vivienda, la seguridad social, etc. no se obtendrán en virtud del esfuerzo individual, sino de la benevolencia de los gobernantes, que quizás nos ayuden a satisfacer mal que bien esas necesidades, pero a cambio de aceptar las cadenas llamadas a oprimirnos.

Hayek tenía toda la razón al señalar que el estatismo a ultranza conlleva un camino de servidumbre (vid.camino-de-servidumbre-libro-electronico.pdf (elcato.org). Por esa mala vía pretende conducirnos el fanático comunista que hoy por desgracia habita la Casa de Nariño. Hoy dice marchar al lado de los trabajadores; mañana los esclavizará. Hoy promete comida para los menesterosos; mañana traerá la hambruna.

A nuestros compatriotas hay que recomendarles que pongan los pies sobre la tierra y no se dejen engañar por los cambios regresivos que ofrecen hoy los mal llamados "progresistas". Es asunto sobre el que será necesario volver más adelante. Por lo pronto, recomiendo que se lea "Progreso y Desilusión: la dialéctica de la sociedad moderna", de mi maestro a distancia, Raymond Aron (vid. Progreso y desilusión. La dialéctica de la sociedad moderna - Raymond Aron : Aron, Raymond : Free Download, Borrow, and Streaming : Internet Archive). La reflexión sobre el auténtico sentido de la libertad, vale decir, sobre el liberalismo político como ingrediente sine qua non de nuestra civilización, tal como lo pensaba el general De Gaulle, es indispensable en estos momentos en que arrecia la tentación totalitaria que en su oportunidad denunció Revel (vid. Descargar libro La tentación totalitaria en Epub, Pdf y Mobi (todolibros.net).