domingo, 6 de abril de 2025

Las cuentas claras

Admitamos en gracia de discusión que en su lucha contra los subversivos las autoridades civiles y militares han podido incurrir en excesos censurables que deben ser investigados y juzgados por quienes sean competentes para ello. Pero esos excesos criminales no se comparan con los de la subversión comunista ni muchísimo menos los justifican.

Así como en Francia se publicó hace años un libro negro del comunismo, que denunció la friolera de más de cien millones de víctimas de esa ideología asesina (vid. El Libro Negro del Comunismo; Crímenes, Terror y Represión : Andrzej Paczkowski, Jean-Louis Panne, Karel Bartosek, Nicolas Werth y Stéphane Courtois : Free Download, Borrow, and Streaming : Internet Archive), bien podría hacerse una investigación semejante para detallar las atrocidades que los comunistas han cometido en nuestro país. Para ello sería un buen abrebocas el libro de Eduardo Mackenzie titulado "Las Farc-El Fracaso se un Terrorismo" (vid. Las-Farc-el-Fracaso-de-un-Terrorismo.pdf).

El que hoy nos desgobierna ha justificado su actuación en el M-19 diciendo que hacía parte de un grupo de jóvenes que se alzaron en armas contra un régimen tiránico. Ese régimen, bueno es recordarlo, estaba sometido a una Constitución centenaria que consagraba el carácter electivo de los gobernantes. Era un estatuto no exento de disposiciones discutibles que podían reformarse por vías regulares. Pero lo que esos supuestos jóvenes querían era imponernos un ordenamiento totalitario y liberticida, como el que reina en la Cuba de los Castro.

La ideología de los distintos grupos subversivos no sólo justificaba la violencia contra las autoridades legítimamente constituidas, sino contra la población civil. Su propósito era amedrentarla para forzarla a contribuir al logro de sus propósitos o, al menos, a no perturbarlos.

El listado de atropellos contra las comunidades es escabroso. Masacres, homicidios selectivos, asaltos a poblaciones, incendio de fincas, sacrificio de ganados, secuestros, extorsiones, reclutamiento forzado de niños y jóvenes, crímenes sexuales, torturas, fusilamiento de quienes trataban de escapar y, en fin, atrocidades sin cuento. Como dijo Enrique Santos Discépolo en su "Cambalache", todo un "despliegue de maldad".  

Hay que ser muy pervertidos para disculpar tanta atrocidad dizque con el propósito de mejorar las condiciones de vida de los menos favorecidos dentro de la sociedad. Como dijo alguien de muy ingrata recordación: "Matar para que otros vivan mejor".

De todo esto hay que seguir hablando, ahora que a quien nos desgobierna le ha dado para reivindicar las pavorosas hazañas del M-19, alzando sus banderas precisamente a la vista del palacio de justicia, que fue escenario de la masacre de cerca de un centenar de personas a que dio lugar el demencial asalto que los suyos protagonizaron dizque para someter a juicio público al presidente Belisario Betancur.

El que nos desgobierna no participó en ello porque estaba purgando una pena, pero en el sitio de reclusión promovió una revuelta para tratar de escaparse y acompañar a sus conmilitones en su funesta empresa. 

Se habla mucho de sus actuaciones criminales como integrante del M-19. Un testigo presencial relata que recibió, junto con otros, el pago por la liberación de un secuestrado cuya vida se arruinó por los tormentos que le infligieron. En lo que antes se llamaba Tweeter leí la acusación que alguien le hizo por haber agredido a su padre, escupiéndolo en la cara, por no haber pagado una extorsión a la que estaba sometido por ser comerciante en Corabastos. Y un pastor cartagenero lo vincula con el homicidio de José Raquel Mercado.

A propósito de ello, se dice que el M-19 decretó la muerte de tan destacado líder sindical con el fin de atemorizar a sus colegas. 

Ahora que se habla de verdad, justicia, reparación y no repetición como requisitos sine qua non de la paz, bueno sería que los que hicieron parte de esa tenebrosa agrupación se sinceraran acerca de quienes cometieron tan atroz crimen y otros no menos horripilantes, como el de la infortunada Gloria Lara de Echeverri. No sobraría, además, que se hiciera claridad sobre el trato que se daba a los secuestrados que quien nos desgobierna tenía el encargo de vigilar. Alguno de sus conmilitones en Tolima ha hablado de su prepotencia y la obsesión por secuestrar gente.

François Cavard ha denunciado en instancias internacionales más de 5.900 crímenes del M-19, de los que es autor o por lo menos copartícipe el que hoy nos desgobierna entonando cantos hipócritas a la vida (vid. François Cavard: 'Hay reportados más de 5.900 crímenes del M19, el grupo terrorista de Petro').

Reitero que, en mi opinión, estamos bajo el mando de un poseído como los que describe Dostoiewsky en su famosa novela "Los Demonios". Como reza por ahí alguna letrilla, acá se han destacado las furias del Averno. Los servidores del Maligno se pasean a todo lo largo y ancho del país sin que se los incomode. Hoy ejercen el gobierno.


                                                                                                     












a parte de un grupo de jóvenes que se alzaron contra un régimen tiránico. Ese régimen, bueno es recordarlo, 

jueves, 27 de marzo de 2025

Las verdaderas alternativas

En los medios se ventila la idea de que la próxima elección presidencial versará sobre candidatos de derecha, de centro y de izquierda.

Esta es una visión superficial del espectro político. Se trata de categorías difusas y poco consistentes que desorientan a la opinión.

En rigor, la elección venidera enfrentará dos concepciones diametralmente opuestas de la democracia: la liberal, que corresponde a la tradición colombiana, y la comunista, que se disfraza de progresista para ocultar su verdadera identidad totalitaria y liberticida.

El desgobierno imperante aspira al continuismo y hará todo lo posible para mantener su proyecto de cambio revolucionario de la sociedad colombiana. Su delirio ideológico le hace olvidar que si bien el comunismo era hace cien años una ilusión. hoy significa una trágica frustración, como puede advertirse en Cuba, Nicaragua o Venezuela. ¿Con qué cara se atreverán los promotores del régimen actual a mostrarle a la ciudadanía como modelo digno de seguirse el que ha condenado a los países en que rige a la desesperación?

Piénsese apenas en los más de ocho millones de venezolanos que ha tenido que abandonar su país empujados por la miseria en que lo ha sumido el chavismo. O, según acabo de leerlo, en la cuarta parte de la población cubana que ha escapado de la isla-prisión en los últimos años. 

La alternativa que se nos ofrece a los colombianos para el año entrante para enfrentar los designios de la camarilla imperante en la Casa de Nariño es la democracia liberal, cuya defensa debería unir a la multitud de candidatos que se están lanzando al ruedo. A ellos conviene recordarles el dicho evangélico: "Muchos son los llamados y pocos los escogidos" (Mt. 22:14).

Observando la nómina de los aspirantes bien puede uno evocar lo que se cuenta de Epifanio Mejía, que dijo: "En este manicomio no están todos los que son, ni son todos los que están".

Hay, en efecto, aspirantes que evocan a los espontáneos que se lanzan al ruedo en las corridas de toros, mientras faltan en el listado verdaderos presidenciables, tales como Rafael Nieto Loaiza, Enrique Peñalosa, José Manuel Restrepo, Juan Carlos Echeverri, Francisco José Lloreda o Aníbal Gaviria, entre otros.

En la democracia liberal cohabitan varias tendencias bien sea ideológicas o programáticas a las que aglutina, como decía Álvaro Gómez Hurtado, el acuerdo sobre lo fundamental: el Estado Social de Derecho, la separación de poderes, la garantía de las libertades públicas, el multipartidismo, un sistema electoral confiable, así como el gobierno representativo, alternativo, controlado y responsable. 

Todo el andamiaje institucionparaal por la Carta Magna está en peligro de desmoronarse bajo el desgobierno actual, que pondrá en juego todos sus recursos para tratar de perpetuarse en los años venideros, tal como se está viendo en el excesivo crecimiento burocrático, el desbordamiento del gasto, la demagogia atosigante y descarada que pulsa las cuerdas del resentimiento popular, así como en el recurso a la democracia tumultuaria que trae a la memoria los excesos de los jacobinos en la Revolución Francesa.

Nuestra imperfecta democracia liberal está en grave peligro y sólo podrá mantenerse si todos los aspirantes a ganar la presidencia el año entrante que están de acuerdo con sus principios se ponen de acuerdo en algún procedimiento que garantice la unidad frente a quien aspire a proseguir el camino de servidumbre que quiere trazarnos el profeta apocalíptico y líder intergaláctico que en sus delirios aspira a hacernos volar por las estrellas. El que resulte ganador en la consulta tendrá que esforzarse en convocar a todas las fuerzas vivas de nuestra nación para superar el deterioro que está dejando el desgobierno actual y enderezar el rumbo colectivo por senderos de verdadero ´progreso.

Hace falta un Alberto Lleras que haga la tarea que en 1956 y 1957 logró poner de acuerdo a los partidos tradicionales para enfrentar la dictadura de Rojas Pinilla. Esa misma labor habrá qué llevarse a cabo para poner de acuerdo a los aspirantes a heredar los desastres que dejará como legado el desgobierno actual.



miércoles, 12 de marzo de 2025

El Revés de la Trama

Para entender lo que hoy pasa en Colombia hay que partir de la base de que quien la desgobierna es un comunista que oculta sus verdaderas intenciones de seguir los pasos de Cuba, Nicaragua y Venezuela bajo el falso ropaje del progresismo.

Él sabe que nuestro pueblo no es favorable al comunismo, pues ha sufrido las depredaciones de las guerrillas que profesan esa doctrina y es consciente de lo que sufren los pueblos sometidos a ella. Si dio su voto en 2022 por el candidato de la coalición triunfante fue porque ofreció un programa de cuño socialdemócrata, más o menos afín con la ideología del liberalismo de izquierda. Ahora piensa en su delirio que los votos que obtuvo para salir elegido como presidente le dieron carta blanca para imponer sus designios revolucionarios. Dados sus antecedentes subversivos, descree del Estado de Derecho, repudia el imperio de la ley y niega la separación de poderes. Todo ello le resulta incómodo, pues cree que el electorado avaló su talante despótico y atrabiliario.

Con buenas razones, el presidente del Senado acaba de recordarle que el Congreso resultó elegido con más de 22.000.000 de votos, que doblan los que obtuvo aquél para la elección presidencial.

La Constitución Política consagra el principio de la colaboración armónica de los poderes públicos para la gestión del bien común, pero este principio no es del gusto del aprendiz de sátrapa que habita en la Casa de Nariño. Si no se hace lo que su talante indica, amenaza con azuzar sus hordas contra quienes se interpongan en sus designios. Invoca para el efecto una concepción jacobina de la soberanía popular que es del todo contraria al estatuto constitucional que juró cumplir y defender.

En efecto, si bien la Constitución Política consagra la soberanía del pueblo, su ejercicio ha de someterse a los términos que ella misma establece. El artículo 103 los delimita: el voto, el plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la revocatoria del mandato, todo ello sometido a reglamentación que consta en la Ley Estatutaria 134 de 1994.

En parte alguna autoriza la Constitución Política el ejercicio tumultuario de la voluntad popular, como lo cree y predica nuestro líder intergaláctico. Su llamado a la movilización popular entraña una incitación a la asonada contra el Congreso y eventualmente las Cortes si no se pliegan a sus designios. La consulta popular que pretende que se convoque irá probablemente acompañada de movimientos intimidatorios tendientes a presionar violentamente al Senado para que la autorice y a la Corte Constitucional para que declare su exequibilidad, tal como lo dispone el artículo 241-3 de la Constitución Política.

El camino que pretende recorrer para superar la confrontación con el Congreso es bastante tortuoso y quizás nos abra escenarios tan imprevistos como nocivos. 

Me asalta la duda de si lo pertinente es acudir a la consulta popular, cuyos efectos normativos parecen ser bastante difusos, pues con ella se trata de dar respuesta obligatoria y simple a una pregunta de carácter general sobre un asunto de carácter nacional, o más bien a un referendo cuyo objeto sea la aprobación de un proyecto de norma jurídica.

Si lo que se debate es la aprobación de una reforma laboral y tal vez de una de la salud, habida consideración del fracaso de los respectivos proyectos en el Senado, lo que en el fondo parece que se quiere pedir a la ciudadanía es que ella misma adopte dichos proyectos y no que haga un pronunciamiento de carácter general propio de la temática de una consulta.

Bien se sabe que este desgobierno no es muy ducho en intríngulis jurídicos, de lo que dan cuenta sus reiterados tropiezos ante las altas Cortes.

El artículo 52 de la Ley Estatutaria 134 de 1994 dispone que en el caso de consulta las preguntas que se formulen deberán redactarse en forma clara, de tal manera que puedan contestarse con un sí o un no. Su inciso segundo prohíbe que sean objeto de consulta proyectos de articulado, salvo que se trate de promover la reforma de la Constitución. 

Si lo que se pretende es revivir los proyectos de ley que el Congreso rechazó, lo pertinente sería a mi juicio someterlos a referendo, pues no veo con claridad de qué manera la respuesta a una pregunta de carácter general, que es lo propio de la consulta, podría enderezar su trámite, a menos que se crea que por ese medio podría revocarse lo decidido por la Comisión VII del Senado y enviarse a éste en pleno lo ya aprobado por la Cámara. En otras palabras, da la idea de que nuestro desgobierno cree que el procedimiento legislativo podría modificarse a través de la consulta, de modo que el pronunciamiento popular sustituyera el de la Comisión VII del Senado. Si tal fuere la propuesta, la consulta versaría entonces sobre una reforma constitucional concerniente al trámite legislativo.

Así las cosas, considero que la Corte Constitucional no podría darle visto bueno.

Creo que tiene toda la razón Felipe Zuleta cuando afirma que con esta iniciativa nuestro desgobierno se está disparando un tiro en el pie.

domingo, 2 de marzo de 2025

Nido de Cuervos

Hace poco vi en Youtube un interesante programa sobre los psicópatas que campean en la obra de Shakespeare: Ricardo III, Macbeth, Lear y otros más. A lo mismo alude en "Nido de Cuervos", que también se sintoniza en Youtube, uno de sus protagonistas, experto en Shakespeare, que comenta con sus alumnos el drama de Macbeth, a quien la ambición termina destruyendo.

Esas referencias me hacen pensar en el que nos desgobierna, que en reciente entrevista para "El País" deja entrever el drama en que está envuelto. Su denodada lucha por el poder lo ha sumido en la infelicidad, sus ilusiones están ensombrecidas por los míseros resultados obtenidos y se siente solo en medio de una deplorable crisis familiar. Cree que muchos lo han engañado y a ello atribuye sus fracasos. Haber creído ingenuamente en otros dice que es la clave de su fracaso.

¿Es él un psicópata, como los referidos personajes shakesperianos, tal como lo creen no pocos? ¿Se trataría quizás de un poseso, según piensan los que se asustan con la expresión de su rostro y las viperinas manifestaciones que a menudo brotan de sus labios, como si fuesen espumarajos?

No dejo de pensar en ello, ahora que acabo de leer el impresionante libro del padre Amorth, el finado exorcista del Vaticano, "Mi Lucha contra Satanás"(Vid. https://libroscatolicosgratuitos.wordpress.com/wp-content/uploads/2019/09/16memoriasdeunexsorcista_gamorth.pdf).

Se advierte, en efecto, una fuerte presencia demoníaca en la Colombia de hoy. Corrupción, violencia, engaño, discordia, venganzas, rencores y, en fin, desafueros de toda índole que envenenan el ambiente colectivo.

El inquilino de la Casa de Nariño nada hace para sanearlo. Es un sujeto antipático, repelente y, como dicen en la costa, "maluco", que con sus graznidos en X más bien enturbia el ambiente político, como lo ha denunciado su exministro Gaviria, en lugar de sosegarlo.

En el Evangelio para la misa de hoy se lee: "El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas, porque el mal está en su corazón, pues la boca habla de lo que está lleno el corazón". (Lc. 39:45)).

La maledicencia campea hoy en la palabra gubernamental. Nada hay en ésta que invite a los colombianos a elevar sus corazones y unir sus propósitos en bien de la comunidad. El orden del día es azuzar la lucha de clases, movilizando a los inconformes para obtener por la fuerza lo que creen que por derecho les corresponde. 

Se espera que la funesta Primera Línea, que emula con las S.A. o Tropas de Asalto hitlerianas, vuelva a sus andadas para intimidar al Congreso y las altas Cortes a fin de que les den vía libre a las muy discutibles iniciativas gubernamentales que pretenden configurar el orto de la revolución que la alocada sesera de su gestor aspira a promover en nuestro país.

¿En qué consiste el cambio que predica? Ni más ni menos, en instaurar el comunismo en Colombia. Lo niega, se disfraza, engaña sin recato, pero, como dice su compinche Vendrell, con un par de tragos se desata y exhibe su talante anarquista.

El difunto Rodolfo Hernández dijo de él que tiende a rodearse con lo peor de lo peor. Quizás tenía razón, pues en sus nombramientos no convoca a lo mejor de Colombia. Más parece que acudiera a esos camiones recolectores de basura, que dejó abandonados en Bogotá cuando era su alcalde, para reunir sus huestes.

¡Oremos para que la Divina Providencia salve a Colombia!

viernes, 28 de febrero de 2025

La casa en orden

Al que le toque suceder en su cargo a quien hoy nos desgobierna le corresponderá afrontar el caos que recibirá por herencia. La mente caótica del actual inquilino de la Casa de Nariño sólo puede producir desorden, tal como puede apreciarse hoy en todas las esferas de la acción gubernamental y la vida pública.

Recuerdo que al presidente Valencia sus malquerientes le cobraban las referencias al programa de Anarkos, el célebre poema de su padre, el maestro Valencia, que ofrecía "una copa para todos llena",

El legado de nuestro profeta apocalíptico y líder intergaláctico será probablemente no sólo una copa vacía, sino tal vez una "copa rota", como la que menciona una canción que creo que todavía resuena en las cantinas.

¿Por dónde empezar? ¿Cuál debe ser el itinerario de las tareas a emprender?

El Código Civil presenta como modelo al buen padre de familia y éste sabe que lo primordial es sanear las finanzas públicas, pues tal como reza un conocido dogma de los hacendistas franceses, "gobernar es gastar".

Sufrimos la desgracia de un gobierno manirroto que hace malas cuentas de los ingresos y gasta sin ton ni son. Al próximo gobierno le corresponderá ser realista en el cálculo de los ingresos y prudente en los egresos.

Es cierto que las demandas de la población son descomunales, pero al electorado habrá que convencerlo de que será menester identificar prioridades en el gasto y tener paciencia para lo demás. Todos tendremos que apretarnos los cinturones, pues no podemos esperar que, como dice un pasaje del Antiguo Testamento, correrán entre nosotros "ríos de leche y miel" (Éxodo 3:8).

Encuestas recientes señalan que las comunidades claman hoy por la seguridad y se inquietan por la creciente presencia de grupos armados criminales en todo lo largo y ancho del país. Es prioritario, entonces, esmerarse en el restablecimiento del imperio de la ley, que es tan denostado por el exconvicto que funge como cabeza del ejecutivo, y su garantía por un eficiente aparato judicial y una fuerza pública bien dotada y robustecida. No sobra traer a colación otro dogma, esta vez de la institucionalidad británica, según el cual "toda la armada de Su Majestad está al servicio de los jueces". El presidente López Michelsen insistía en la necesidad de realzar el "binomio Corte Suprema-Fuerzas Armadas", que es uno de los pilares de la institucionalidad norteamericana.

La descocada política dizque de ¨paz total" que promueve el desgobierno actual ignora el papel que cumple dicho binomio en la preservación del orden público, que es presupuesto sine qua non de un orden justo. Como carece de toda formación jurídica, desconoce lo que decía Pascal, esto es, que "la fuerza sin el derecho es la arbitrariedad, pero el derecho sin la fuerza es la irrisión". Dedicarse a complacer a los perturbadores del orden público significa, simple y llanamente, desquiciar los fundamentos mismos de la organización estatal. Los pacificadores que a lo largo de años han impuesto sus criterios en nuestra vida pública han pavimentado el camino de nuevos grupos criminales que demandan los privilegios y bastante más de lo que se ha otorgado a otros. Cada fementido acuerdo de paz abre el espacio de nuevos frentes de subversión.

Pero al lado de la restauración del Estado de Derecho resulta imprescindible racionalizar su aspecto Social. Los comunistas que controlan hoy el gobierno creen que la función socioeconómica del Estado sólo se puede cumplir hipertrofiándolo a expensas de las libertades individuales, cuando lo que la experiencia demuestra es la necesidad de armonizar lo público con lo privado, tal como lo proclama el principio de subsidiariedad que es piedra fundamental de la Doctrina Social Católica: "Debe haber tanta libertad cuánta sea posible y tanta intervención estatal cuánta sea necesaria"

La Constitución es sabia cuando destaca las funciones sociales de la propiedad y la de la empresa, No las desconoce, sino que aspira a orientarlas en pro del bien común. Restablecer la armonía que esos comunistas han alterado debe ser tarea prioritaria de quienes lleguen al gobierno el 7 de agosto de 2026, Dios mediante.

Cuando Churchill asumió el cargo de Primer Ministro en Inglaterra en 1940 dijo que sólo podía ofrecerle al pueblo "sangre, sudor y lágrimas". Los que lleguen el año entrante sólo podrán ofrecer sacrificios enderezados, como digo, a poner orden en la casa. Orden que ha de pensarse en beneficio de todos, especialmente los más desvalidos.

La prensa menciona que hay varias decenas de aspirantes a ocupar la presidencia en el año entrante. A todos ellos hay que recordarles que el presidente Valencia consideraba que ese cargo es un "potro de tormentos" o, como acaba de quejarse el que hoy indignamente lo ocupa, una fuente de infelicidad.

viernes, 14 de febrero de 2025

Es un soplo la vida

En el atardecer de la existencia se experimenta, por una parte, la severa gravitación del pasado con un torrente de recuerdos buenos y malos que suelen acometernos sobre todo en altas horas de la madrugada, alterándonos el sueño, y por la otra, el estrechamiento del horizonte vital, que nos hace presentes la inminencia de lo que Julián Marías llamaba las ultimidades y la hora del tránsito final, que unos creen que nos lleva hacia la nada y otros pensamos que nos conduce hacia la eternidad.

"Murmullos" es un tangazo de autores uruguayos que Gardel interpretó con su habitual maestría (vid. MURMULLOS - Carlos Gardel - LETRAS.COM). Esos murmullos son voces que vienen del pasado. Traen consigo el viento del recuerdo que sacude el ombú de la existencia. En ocasiones, al oírlos, el cielo claro de los ojos queda tapado de cerrazón. Es la voz de la conciencia que apunta con su dedo acusador y nos reclama por todo aquello en lo que hemos fallado de palabra, obra y omisión. Homero Manzi lo señala con rigor cuando dice en "De Barro": "Estoy mirando mi vida en el cristal de un charquito y pasan mientras medito las horas perdidas, los sueños marchitos..." ((3) ANÍBAL TROILO & FRANCISCO FIORENTINO: DE BARRO (TANGO CON LETRA DETALLADA) - YouTube).

En "Lessons from the light", Kenneth Ring Ph.D. escribe sobre sus investigaciones en torno de las experiencias cercanas a la muerte, fenómeno ya muy documentado a partir del famoso libro "Vida después de la vida", de Raymond Moody. Los que han pasado por ese trance suelen mencionar el repaso de la vida que ocurre por la mente como una película no siempre amable. Un taxista me contó que a raíz de un accidente en motocicleta tuvo esa experiencia. Sintió que salía del cuerpo e iba a dar a un teatro vacío en el que presenció aterrado todo su transcurso vital, hasta que de pronto algo lo sacó de ahí para regresarlo a su normalidad. Vid. Amazon.com: Lessons from the Light: What We Can Learn from the NearDeath Experience: 9781930491113: Kenneth Ring, Evelyn Elsaesser Valarino, Caroline Myss: BooksDownload Vida después de la Vida by Raymond A. Moody).

Una de las consecuencias de ese fenómeno es el cambio de vida que se produce en los que lo experimentan. 

A mi avanzada edad el tema del tránsito es crucial. Digamos que hay cuatro respuestas posibles a esta grave inquietud:

-La primera es la de quienes piensan, como Héctor Abad Faciolince en "El olvido que seremos", que de nosotros sólo queda el recuerdo que poco a poco se va desvaneciendo hasta sumirse en el olvido. Nuestro destino final es la nada. 

-La segunda es la de quienes no afirman ni niegan la existencia ultraterrena y viven como si no les importara. ¨Sólo contamos a ciencia cierta con esta vida, así que gocémosla sin preocuparnos por lo que vendrá después".

-La tercera obedece a cierta tendencia que se alimenta de las enseñanzas de Elisabeth Kübler-Ross en su famoso libro "La muerte es un amanecer" (vid. Elisabeth Kubler Ross - La Muerte Un Amanecer). Según lo que ahí se expone, el tránsito es hacia mejor vida. Hay abundante literatura, más o menos de inspiración espiritista, que describe el más allá en términos muy favorables que niegan que haya demonios, infierno y en general penalidades agobiadoras. A lo sumo, reconocen que habrá que hacer examen de conciencia y aprender de los errores cometidos, para así gozar de la bienaventuranza.

-La cuarta es la que enseñan los Evangelios. Recuerdo a propósito de ello que a López Michelsen le preguntaron alguna vez por sus lecturas filosóficas y respondió que él las limitaba a los Evangelios, pues según su punto de vista "ahí está todo". Y los Evangelios son contundentes acerca de lo que nos espera después del tránsito hacia la eternidad. Nos trazan el camino que hacia Dios nos conduce y nos alertan acerca de lo que de Él nos aleja. En mi oración cotidiana ruego la gracia de perseverar en el primero y de no extraviarme por los andurriales del segundo. Ya los he transitado y no quisiera volver a ellos. Soy, como lo ilustra un pasaje evangélico, "un operario de la última hora".

Por experiencia personal, mis contactos con los médiums enseñan algo muy diferente de lo que algunos difunden con mal orientado optimismo. En la manifestación de un allegado muy querido le pregunté si veía a Dios y me respondió que él había sido malo y experimentaba mucho sufrimiento. Agregó que a su lado pasaban almas que se referían a algo muy luminoso y feliz en otras esferas, mas no en la suya. Otro me dijo que al principio las cosas habían sido muy duras, pues tuvo que arrepentirse de todo lo malo que había hecho, pero luego fue ascendiendo hacia un estado de paz que nosotros no alcanzamos a captar. Me aclaró que no gozaba de la visión beatífica, pero sí de los resplandores de la Divinidad. Otro más me llegó llorando y pidiendo perdón por todo lo que había perjudicado a los demás. Me contó que lo asesinaron en la cárcel porque fue uno de los primeros que se metieron en el narcotráfico. A una conocida mía le llegó su finado esposo rogándole de rodillas que lo perdonara, sin decir nada más.

A los que niegan la existencia de demonios y de infierno, si no creen en los Evangelios, les sugiero que se ocupen de las experiencias de los exorcistas o de lo que relata en su Diario santa Faustina Kowalska. Es uno de los libros más impactantes que he leído (vid. DIARIO COMPLETO SANTA FAUSTINA KOWALSKA). Su mensaje no sólo revela la existencia del Infierno, que les fue dada además a los videntes de Fátima, sino la infinita misericordia de Dios para con los extravíos y las debilidades humanas. El perdón está al alcance de quienes lo pidan de todo corazón. Pero el rechazo a Dios trae consigo la muerte del alma.


sábado, 8 de febrero de 2025

Cosa de locos

Nunca antes en la atareada historia de Colombia se había visto un espectáculo de desgobierno como el que nos ofreció en esta semana el Consejo de Ministros que, desafiando expresa prohibición legal, se transmitió por televisión.

No cabe duda de que quien funge como presidente de nuestro país exhibe severos trastornos de personalidad que a todas luces lo hacen indigno de ocupar su elevado cargo y objeto probable de una incapacidad física permanente, temas de los que debería ocuparse, por una parte, el congreso en pleno y, y por otra, el senado.

La indignidad constituye causal de destitución; la incapacidad física permanente autoriza al senado para declarar vacante el cargo.

Hay remedios institucionales para superar esta crisis que hunde sus raíces en la mente desequilibrada del actual inquilino de la Casa de Nariño, que toma decisiones improvisadas sin ton ni son, que no miden sus nocivas consecuencias para la sociedad cuyo gobierno tiene a cargo.

Vaya uno a saber en qué condiciones decidió en medio de una "agenda privada" crear un delicadísimo conflicto con los Estados Unidos, sin contar, como lo ordena la Constitución Política, con el entonces ministro de Relaciones Exteriores, que tuvo que salir a las volandas, junto con otros altos funcionarios, a desfacer tamaño entuerto. Las flores que hoy dice la prensa que se están exportando para el Día de San Valentín estarían pudriéndose en nuestras bodegas si no hubiera sido por la patriótica y oportuna gestión de ellos, pese a la rabieta de su jefe.

Para nadie es un secreto que el incremento de los cultivos de coca, la consiguiente producción de cocaína y su tremenda presencia en los mercados internacionales constituyen un vergonzoso baldón para Colombia. no obstante los compromisos que le impone la Convención de las Naciones Unidas contra el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas, a cuyo texto remito a continuación: CONVENCION DE LAS NACIONES UNIDAS CONTRA EL TRAFICO ILICITO DE ESTUPEFACIENTES Y SUSTANCIAS SICOTROPICAS 1988.

Sería bueno que nueva Canciller leyera su texto para darse cuenta del desafío que a la comunidad internacional viene lanzándole su desatinado jefe cuando sostiene que la cocaína es menos nociva que el whisky y debería legalizarse su consumo. Algo peor dijo ante la propia ONU hace algún tiempo, cuando manifestó que el petróleo y el carbón son peores que la cocaína. 

Las ideas obsesivas son tema de tratamiento psiquiátrico y no cabe duda de que quien nos desgobierna obedece a su impulso. Hay una aparente racionalidad en su formulación, pero si bien se las mira fácilmente se aprehende su raíz patológica. Que la vida sobre la tierra está en peligro y que el cambio climático la pone en riesgo, nadie lo pone en duda. Pero hay aproximaciones racionales al estudio de los problemas que ahí se plantean. No es así como obra él, sino de un modo vecino de la histeria.

Si dejamos de producir petróleo, carbón y gas, quedaremos dependiendo para satisfacer nuestras necesidades energéticas del pésimo vecino que es Venezuela y tendremos que prescindir de lo que nos reporta mayores ingresos de divisas. ¿Es ello racional?

Remito a lo que los psiquiatras puedan opinar acerca de las incoherencias, los desatinos y delirios de sus discursos. como los que prometen tren elevado que conecte a Buenaventura con Barranquilla, o el tren bala que lleve turistas a la Guajira, por no mencionar el que se le ocurrió para conectar a Villavicencio con la costa atlántica.

Su versión distorsionada de la historia patria y su prurito de llamar nazis a todos los que discrepan de sus dogmas dan pie para dudar de su equilibrio mental.

Se rasga las vestiduras hablando de dignidad para censurar el trato que el gobierno de los Estados Unidos les aplica a los transgresores de las leyes sobre inmigración. Habla, como si fuese discípulo de Kant, de que las personas no tienen precio ni son mercancías, olvidando que cuando hacía parte del M-19 los secuestrados y los extorsionados a los que les infligía sufrimientos infames precisamente eran objeto de un tráfico a todas luces inhumano. Acusa a Trump de seguir el ejemplo de Hitler, que trasladaba judíos en trenes a los campos de concentración, ignorando que fue su ídolo, Stalin, el que inventó ese procedimiento de trasladar poblaciones enteras hacinadas como ganados en vagones ferroviarios para trasladarlas desde Ucrania y después desde los países bálticos hacia los gulags siberianos.

Siento verdadero tedio al referirme a tan funesto personaje, pero creo que es un deber ciudadano acusarlo ante el tribunal de la opinión para que ésta reaccione y determine un cambio de rumbo que sea positivo para Colombia.


martes, 28 de enero de 2025

Un deber ineludible

Habida consideración de que la mente controla el cuerpo, al Senado le corresponde dilucidar si los desequilibrios mentales que exhibe el que nos desgobierna podrían ser determinantes de una incapacidad física permanente que le impida permanecer en el cargo, según lo dispuesto por el artículo 194 de la Constitución.

Son de conocimiento público los conceptos de psiquiatras acreditados que aluden a rasgos psicóticos que evidencia el comportamiento del actual inquilino de la Casa de Nariño.

Para la muestra, los graznidos descocados que emitió el reciente domingo y la desvergüenza con que los defendió ayer lunes, lo que da muestra de una alarmante atonía moral.

En otras ocasiones me he referido a que es un individuo que frecuentemente incurre en actos que en un país decente podrían considerarse como constitutivos de indignidad por mala conducta en el ejercicio del cargo que ostenta, lo cual, según el artículo 175-2 de la Constitución Política, podría dar pie para su destitución.

Al Congreso, según el artículo 114 de la Constitución Política le compete ejercer control político sobre el Gobierno y la administración. Por consiguiente, el mal comportamiento del titular del Poder Ejecutivo debería ser asunto de interés prevalente de parte de los congresistas, que son los llamados en primer término a controlarlo.

Un principio básico de nuestra ordenación política es el del gobierno controlado y responsable. 

Me permito hacer al respecto algunas consideraciones sobre el modus operandi del gobierno vía X, antes Twitter, que nuestro gárrulo mandatario ha dado en ejercer sin tino ni medida.

Un principio fundamental del Derecho Público consagra el formalismo tanto en la acción gubernamental como en la administrativa. Ese formalismo indica que las decisiones en dichas esferas ante todo consten por escrito que debe ceñirse a cierto rigor, trátese bien sea de decretos, resoluciones órdenes, instrucciones, conceptos, etc., que es menester que vengan respaldados por las firmas de quienes los emiten.

El artículo 115 de la Constitución Política ordena, como regla general, que los actos presidenciales sólo tendrán valor y fuerza cuando sean suscritos y comunicados por el ministro del ramo respectivo o el director del departamento administrativo correspondiente, quienes por el mismo hecho se hacen responsables.

El titular del poder ejecutivo sólo puede obrar sin dicha exigencia cuando se trate del nombramiento o la remoción de ministros o o directores de departamentos administrativos, o de actos que expida en calidad de Jefe del Estado o de suprema autoridad administrativa.

Bien se ve que ello es excepcional y debe interpretarse de modo restrictivo.

Sería interesante que el Consejo de Estado examinase si la orden dada vía X para impedir el aterrizaje de aviones que transportaban nacionales colombianos que venían de regreso al país podía impartirse por fuera de toda formalidad y sin suscribirse y comunicarse por el ministro o director de departamento administrativo competente para ello.

La dialéctica que invoca el que nos desgobierna para actuar por medio de su teléfono celular no sólo revela ignorancia supina de ese recurso filosófico, sino de la normatividad que lo rige. Al fin y al cabo, poco cabe esperar de quien se formó precisamente desafiando el ordenamiento fundamental del país y se declara libertario contumaz.

No sobra observar que toda manifestación de voluntad, sea gubernamental o meramente administrativa, implica precisamente que se trate de voluntad libre de vicios y reflexiva. Debe, por consiguiente, examinarse si la orden de marras se expidió en estado de lucidez o, por el contrario, según se cree, en medio de un clima emocional dominado por la ingesta de alcohol o sustancias psicoactivas.

Los efectos, afortunadamente conjurados, de tamaño despropósito podrían haber sido catastróficos para el país si no hubieran sido objeto de atenta consideración de parte de funcionarios que merecen aplauso por la diligencia y el tino con que procedieron a enmendar el despiporre que en mala ora suscitó su superior.

Conviene agregar que las relaciones internacionales se desarrollan en medio de protocolos estrictos establecidos bien sea por la práctica o los tratados. El graznido con que el guache que nos desgobierna se dirigió al presidente Trump a las cuatro de la tarde del domingo pasado es de una ordinariez y tontería que para nada mejora nuestra imagen ante el mundo civilizado. Ha hecho bien el gobierno norteamericano en ignorarlo, pero es seguro que no lo olvidará.


   

sábado, 4 de enero de 2025

Alerta, colombianos

Las limitaciones físicas que me impone la avanzada edad dificultan mi asistencia cotidiana a la iglesia, motivo por el cual ya sigo la celebración de la misa a través de la transmisión televisiva de Magnificat TV, la estación de los Franciscanos de María, bien sea desde Roma o desde Madrid.

Los padres Santiago y Javier Martín suelen pedir en las eucaristías por las víctimas de las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela, países cuyos gobernantes han convertido en verdaderos infiernos.

Cuba, que es objeto de veneración del que nos desgobierna, sufre toda clase de padecimientos bajo la opresión de una minoría despiadada y rapaz. Aunque allá se dice que se garantiza la libertad religiosa, de hecho el régimen promueve el ateísmo y maltrata a los creyentes. Hace poco leí las declaraciones de un sacerdote católico que contaba que en su juventud le negaron el acceso a la universidad porque ésta sólo se reservaba a los revolucionarios. La opresión policial es la regla, sobre todo ahora que todo escasea en esa isla prisión.

Nicaragua está sometida al yugo de una pareja demoníaca. Es de público conocimiento que la brujería hace su agosto en ese desafortunado país. Su gobierno ha desatado una feroz persecución contra la Iglesia católica, pese a que fueron los jesuitas de la Teología de la Liberación los promotores de la revolución sandinista, según lo demuestra Ricardo de la Cierva en su importante libro "Las Puertas del Infierno", que trata sobre los ataques que en los últimos siglos ha sufrido la Iglesia y cómo ésta ha logrado defenderse.

El caso de Venezuela es atroz. Hace poco escribí sobre el régimen mafioso que impera en la Rusia de Putin. Nuestra nación vecina no se queda atrás. También una pandilla asesina y ladrona se ha enseñoreado allá, en donde ha desaparecido todo vestigio de Estado de Derecho y lo que impera es una despiadada arbitrariedad. Estamos a pocos días de saber si ese bravo pueblo podrá recuperar su libertad o continuará sometido a la ominosa tiranía de Maduro y sus copartícipes.

Nuestra región no ha madurado en lo que concierne a la política. Hace algo más de setenta años, cuando llegué al uso de razón, casi toda estaba dominada por dictadores que fueron cayendo uno tras otro en lo que se pensaba que venía en camino una primavera democrática. No ocurrió así. La violencia comunista suscitó reacciones dictatoriales en Brasil, Argentina, Chile, Uruguay y otros países.

Un gran libro de Germán Arciniegas que se reeditó hace poco, "Entre la Libertad y el Miedo", describe el drama de la democracia liberal en Nuestra América en la primera mitad del siglo pasado. Hoy recupera su actualidad, sobre todo cuando se consideran los citados casos de Cuba, Nicaragua y Venezuela. 

Nosotros padecemos hoy el desgobierno de un comunista recalcitrante y taimado que deplora la caída del muro de Berlín, le rinde culto a Mao Zedong y acaba de hacer el elogio de Castro. Fue asesor de Chávez y es in péctore correligionario de Maduro y sus matones, pero no se atreve a hacerse presente en el lastimoso evento de la posesión que proyecta para el próximo 10 de enero. Allá estará, sin embargo, su embajador, salvo que las circunstancias lo impidan.

No cabe duda del talante despótico del actual inquilino de la Casa de Nariño. Hará todo lo posible para permanecer ahí, aunque sea en cuerpo ajeno. Nos esperan momentos muy difíciles y es necesario que todos los que descreemos de las promesas del comunismo nos pongamos de acuerdo para hacerle frente a tamaña amenaza. No hay que prestar oídos sordos a los llamados que se vienen haciendo para salvar a nuestra patria, que hoy está en tan malas manos.

Hay que unir nuestras oraciones a las de las Franciscanos de María para que la Providencia obre liberándonos de caer en lo mismo de Cuba, Nicaragua y Venezuela.