miércoles, 27 de septiembre de 2023

¿Cuál defensa de la vida?

"El Libro Negro del Comunismo" lo acusa de haber matado a más de cien millones de personas a lo largo del siglo XX. Quedaron por computar sus víctimas hasta el presente, muchas de ellas asesinadas en países distintos de los europeos y los asiáticos en que reinó durante varias décadas esa ideología asesina. Vid. (40) El libro negro del comunismo | Luis Eduardo Resendiz - Academia.edu

El registro no incluye, por consiguiente, los que perdieron la vida por la acción de los comunistas en Cuba, Venezuela, Nicaragua y, en lo que a nosotros atañe, Colombia. 

Nuestro caso es peculiar. Llevamos mal contados más de 70 años de violencia en la que la participación de comunistas de distinto pelambre ha sido decisiva. No sabemos cuál es el número de víctimas producidas por estas confrontaciones. Se habla de que la guerra civil no declarada entre los partidos políticos tradicionales a mediados del siglo pasado arrojó algo así como 300.000 muertes, aunque es una cifra que todavía suscita discusiones. Pero la paz que durante el Frente Nacional entre 1957 y el presente ha reinado entre liberales y conservadores no puso fin a la violencia, dado que los comunistas no se acogieron a ella y, estimulados por la Revolución Cubana, continuaron alzados en armas a través de distintas agrupaciones: Farc, ELN, EPL, M-19 y otras más. La subversión comunista dio lugar a reacciones diversas. Unas, como es lógico, de origen estatal, por medio de la fuerza pública. Otras, de orden irregular, configuradas por los llamados grupos de autodefensa o paramilitarismo. Y para completar ese funesto cuadro, a fines del siglo apareció la atroz violencia del narcotráfico que aún opera en vastas porciones del territorio nacional.

Los comunistas acusan al Estado, los empresarios de la ciudad y el agro, los partidos políticos y, en general, la clase dirigente colombiana de haber creado condiciones opresivas que impulsaban a los defensores de las causas populares a alzarse en armas para combatir el orden institucional. Insisten en que los responsables de las víctimas de estos años aciagos son aquéllos y que sus propias acciones están amparadas por la legítima defensa. No faltan los que invocan los conceptos de "violencia institucional" y "pecado social", acuñados por la falaz Teología de la Liberación.

Supongamos, en gracia de discusión, que en buena medida de la violencia de las últimas décadas es responsable lo que sin mucha precisión llaman los comunistas y sus secuaces el "establecimiento", contra el que enderezan principalmente sus baterías la JEP y la sedicente Comisión de la Verdad, fuertemente influenciadas por aquéllos.

Pero el prontuario de la subversión colombiana es simple y llanamente aterrador. Ha faltado redactar otro Libro Negro para hacer el inventario de sus numerosísimos crímenes, muchos de ellos perpetrados, no contra el "establecimiento", sino contra la gente humilde de aldeas y campos. 

Dentro de esa funesta estructura criminal se destaca el M-19, autor del hecho más execrable de la historia colombiana, el llamado "Holocausto del Palacio de Justicia".  Y ahora sabemos que uno de sus promotores es el que hoy nos desgobierna. No actuó en ello porque días antes fue detenido por porte ilegal de armas, pero su captura dio lugar a que se acelerara el asalto a la sede de las altas Cortes. Así lo acaba de revelar en Semana el coronel César de la Cruz. Vid. Coronel (r) César de la Cruz revela detalles del pasado oscuro de Gustavo Petro (semana.com).

El individuo que le partió la cara al oficial Gabriel Díaz Ortiz, dejándolo desfigurado y al borde de la muerte al no poderlo liquidar porque falló el arma que le había quitado, ocupa hoy el cargo de presidente de Colombia (vid. Coronel (r) dijo que Petro intentó matar a militar cuando era del M-19 | RCN Radio). Y es el mismo que hoy posa de defensor de la vida ante la comunidad internacional.

Quien hace líricos llamados en favor de la vida ante la ONU es un comunista recalcitrante que deplora la caída del Muro de Berlín y apoya cerradamente las dictaduras criminales que oprimen a cubanos y venezolanos.

Es claro que su alegato por la vida no es sincero. Fiel seguidor del Príncipe de la Mentira, trata de engañar al país y al mundo entero sobre sus verdaderos propósitos, que no son otros que instaurar el comunismo en Colombia.

"Guardaos de los falsos profetas", nos encarece el Evangelio (Mt. 7:15).

El que hoy nos desgobierna es uno de ellos.

jueves, 21 de septiembre de 2023

Un Presidente Estrambótico

Recomiendo a mis lectores que sintonicen los dos videos de José Obdulio Gaviria en su programa "El Ventilador" alusivos a la deplorable idiosincrasia de quien hoy nos desgobierna. Vid. Gustavo Petro un presidente estrambótico - Jose Obdulio Gaviria - YouTube y Gustavo Petro un presidente estrambótico 2 parte - Jose Obdulio Gaviria - YouTube.

Lo que muestra ahí José Obdulio suscita diversas reflexiones.

La primera de ellas toca con algo que es de mucho fondo: ¿Qué hizo posible que a la cúspide del Estado colombiano llegara un individuo de tan inquietantes condiciones personales?

No cabe duda de que, admitiéndolo en gracia de discusión, nuestro electorado votó por mayoría en el más reciente debate electoral por alguien que sin lugar a dudas exhibe todos los rasgos de un liderazgo tóxico. Lo digo porque median dudas razonables sobre la legitimidad de esa elección. Ya he dicho que acá en Medellín hubo compra de votos en su favor. Y si eso sucedió acá, hay que creer que en otros lugares la cosa pudo haber sido peor.

Durante la campaña no faltó quien recordara las estremecedoras hazañas delictivas del candidato que a la postre fue designado como ganador. Pero eso no hizo mella en un electorado ignorante, poco reflexivo y aleccionado por una intensa campaña aplicada a excitar sus emociones negativas. Lo ilusionaron con falsas promesas que ayer fueron y hoy no parecen. A algo más de un año de desgobierno, las encuestas ilustran sobre el desencanto que reina en la opinión pública. Alrededor de un 60% de los encuestados manifiesta su desaprobación respecto de la gestión del actual inquilino de la Casa de Nariño y sólo un 30% dice estar conforme con ella.

Los dislates con que se pavonea en el exterior lo han convertido en el hazmerreír de la prensa internacional. Pero el asunto en el interior del país no es para gozárselo, porque más bien infunde miedo. 

Circula, en efecto, por las redes sociales un video de Nancy Patricia Gutiérrez en el que acusa a dicho inquilino de estar promoviendo una guerra civil con sus llamados a la movilización popular armada en contra de propietarios a los que llama esclavistas y feudales y en pro de unas reformas que quiere imponer pese al desgano del congreso en aprobarlas.

Para el próximo 27 del mes en curso ha convocado a esa movilización. Ojalá que la respuesta sea tan escuálida como la de otras ocasiones. Pero si resultare abultada, habrá que estremecerse.

La economía ilustra sobre el desasosiego colectivo. Todas las cifras que se están dando a conocer muestran que se ha perdido la esperanza en un gobierno que, en lugar de convocar a la ciudadanía para el emprendimiento en aras del progreso, promueve el resentimiento, la división y, en últimas, el caos.

De una mente caótica sólo cabe esperar ese último resultado. Vaya uno a saber si es cierto lo que insinuó su compinche Benedetti acerca de su afición por lo que algunos malpensados consideran que es el referente oculto de la célebre y exquisita canción Stardust (Polvo de Estrellas), cuyo origen puede rastrearse en Stardust (1927 song) - Wikipedia. Lo cierto es que parece tener, como dice por ahí un tangazo de Francisco Canaro, "refucilos en el mate"(Vid. Letra de Tranquilo viejo tranquilo — LetrasTango.comTranquilo Viejo, Tranquilo (Remasterizado) - YouTube).

¿Qué hacer? No tengo otra recomendación que la del Evangelio: Velad y orad (Mt. 26:31; Lc. 21:36). Los tiempos que corren son tan confusos que acá cabe esperar que suceda cualquier cosa. Como dijo por ahí alguno, parece que estuviéramos montados en un bus cuyo conductor anda con la mente descabalada.

lunes, 18 de septiembre de 2023

Más allá

En una crónica sobre el recientemente fallecido Fernando Botero, dice El Colombiano en su edición de ayer domingo: "¿Existe la inmortalidad? No. Existe la memoria".

Da por sentada una tesis muy socorrida en estos tiempos. Nada hay más allá de la muerte biológica. Lo que resta de nuestras vidas es lo que queda grabado en la memoria de la gente. Punto y aparte.

Un buen amigo que pereció en un accidente aéreo así lo sostenía a pie juntillas. Pero a través de una canalizadora que posee impresionantes poderes psíquicos se manifestó hace poco pidiendo misas que le ayuden a trascender en la vida eterna. Según él, los suyos lo tienen olvidado.

La idea de que tenemos ya resuelto negativamente el misterio de la muerte, que ha acuciado a lo largo de la historia a la humanidad, ignora una muy abundante literatura dentro de la cual pueden citarse como ejemplos bastante significativos la obra del gran astrónomo francés Camille Flammarion, "La Muerte y su Misterio" (vid. Flammarion Camilo - La muerte y su misterio.pdf - Google Drive) o la del psiquiatra norteamericano Carl Wickland , "30 años entre los muertos". Vid. Treinta Años entre los Muertos (cursoespirita.com).

Las investigaciones de la Dra. Elisabeth Kübler-Ross poca duda dejan sobre la realidad de nuestro tránsito de esta vida mortal a la eterna. Vid. Microsoft Word - KUBLER ROSS - LA MUERTE, UN AMANECER.doc (gestionaweb.cat).

A mis 80 años, consciente de que mi final inexorable en este mundo está cerca, mi visión de la temporalidad está cada vez más impregnada de la realidad de ese tránsito. Ya vivo sub specie aeternitatis. Mi futuro terrenal está acotado y sé que me espera otro escenario cuyos detalles no alcanzo a vislumbrar, si bien deseo, conforme a la promesa evangélica, que sea de paz, ya que me arrepiento todos los días de los múltiples errores que he cometido y ruego fervorosamente el beneficio del amor y la misericordia infinitos de nuestro Padre Celestial.

La idea que difunde El Colombiano, que ya es moneda común no sólo en los medios ilustrados de hoy, sino también en los sectores populares, produce efectos muy inquietantes en la vida colectiva. 

Para empezar, es demoledora de toda moral que aspire a fundarse en la trascendencia del espíritu humano. Lo de que sólo hay una vida que es en la que estamos y nada nos espera más allá nos lleva a adoptar la divisa horaciana del Carpe Diem (Vid. «Carpe diem» - Horacio - Ciudad Seva - Luis López Nieves), preciosamente desarrollada en un célebre poema que se atribuye a Walt Whitman (Vid. "Carpe Diem", el bello poema atribuido a Walt Whitman sobre vivir el momento - Cultura Inquieta). 

De ese modo, el valor del instante se exalta, pero el de la vida se diluye. Y se abren de ese modo los tenebrosos caminos del aborto y la eutanasia. ¿Para qué vivir? ¿Para qué traer nuevos seres humanos a este mundo? Si de la nada vienen y hacia ella se encaminan, ¿qué sentido tiene traerlos a sufrir? Si el sufrimiento arrecia, ¿para qué soportarlo?

Hace no mucho tiempo hube de sufrir a lo largo de un año los severos dolores de un deterioro de la cabeza del fémur en la pierna derecha. No me atrevía a exponerme a la cirugía, que a la postre resultó exitosa. Pero los soportaba con paciencia, pensando en que muchísimo más sufrió el Señor en su pasión. Era consciente de que me tocaba cargar mi cruz, como en tantos otros momentos difíciles de la vida.

Muchos hay que se niegan a cargar su cruz y beber del cáliz de los sufrimientos. Le dicen no a esta vida y a la eterna, sin darse cuenta cabal de lo que en el más allá les espera. Como en el tremendo texto de Dante, pero con otro sentido, han abandonado toda esperanza depositándola en la nada.

La Iglesia ha denunciado con toda razón, aunque los medios ilustrados se la nieguen, la Cultura de la Muerte que trata de imponerse hoy en día. Vid. Comentario interdisciplinar a la "Evangelium Vitae" (vatican.va). En la abundante y luminosa obra de Mgr. Schooyans puede encontrarse valioso material para reflexionar sobre este tema que es crucial tanto para la vida humana individual como para la colectiva. Vid. Libros (michel-schooyans.org).

Flammarion no era teólogo, sino un científico connotado que aplicó su mente a diversas investigaciones dentro de las cuáles estaba lo concerniente a los misterios del mundo. A él se deben estas palabras esclarecedoras:

"Mors janua vitae. La muerte es la puerta de la vida, El cuerpo no es otra cosa que el vestido orgánico del espíritu: se gasta, se transforma, se disgrega: el Espíritu subsiste. La materia es una apariencia para el cuerpo del hombre, como para todo lo demás. El universo es un dinamismo: una fuerza inteligente lo gobierna todo. El alma es indestructible" (op, cit.).

martes, 12 de septiembre de 2023

¿Democracia o cleptocracia?

Cuando comencé a dictar mi curso de Derecho Administrativo General hace ya medio siglo se me ocurrió ilustrar el carácter práctico de la función administrativa con un ejemplo que para ese entonces era hipotético, pero muy deseable: los programas de alimentación de los niños pobres de las escuelas.

Hoy en día ese programa hace parte de la política social de los entes públicos a todo lo ancho y largo del territorio nacional. Ponerlo en marcha representa un avance muy significativo en el anhelo del todo plausible de inclinar la maquinaria estatal del lado de los débiles, por supuesto que dentro de las posibilidades financieras del Estado.

Pero, según escuché hace poco en una película poco digna de recomendarse, cuando Dios erige una iglesia, Satanás abre al lado una capilla. Y eso es lo que ha sucedido con tantos programas sociales inspirados en la Constitución Política de 1991: las buenas intenciones de sus promotores suelen venir acompañadas de los voraces apetitos de políticos corruptos que medran en los presupuestos oficiales para su propio provecho.

Ya es vox pópuli lo de los descarados abusos de "Los Alpujarros" en Medellín. Pero la corrupción no es atributo exclusivo de "Pinturita" y sus secuaces, dado que es algo que como un cáncer ha hecho metástasis en todas las esferas de la administración pública y, por supuesto, en las del activismo político que busca nutrirse de recursos que deberían aplicarse para la satisfacción de apremiantes necesidades colectivas.

Un escrito reciente de Armando Estrada Villa señala que, de acuerdo con mediciones seriamente elaboradas por entidades internacionales, nuestro país ha mantenido en los últimos 12 años el mismo puntaje en los índices de corrupción. Ocupa el puesto 91 entre 180 países estudiados. Y, tal como lo ha denunciado la Contraloría, por obra de la corrupción se pierden 50 billones de pesos al año, lo que equivale a varias reformas tributarias. Vid. Cómo ven a Colombia desde afuera (elcolombiano.com).

A nadie se le oculta que la corrupción campea en las relaciones entre el Ejecutivo y el Congreso. El que hoy nos desgobierna, que alcanzó notoriedad por sus debates contra corruptos incluso de su misma tendencia política, no escapa a esa funesta inclinación y es así como para activar sus proyectos en el Congreso sin reato alguno ha echado mano del fácil expediente de comprar sus votos a cambio de la tristemente célebre "mermelada".

La Corte Suprema de Justicia, que ha proferido fallos sobre concusión y cohecho en contra de congresistas y agentes gubernamentales que supuestamente han participado en ese tráfico nauseabundo, debería estar atenta a lo que ahora está sucediendo. No sobraría, además, que la Corte Constitucional aplicara la norma del artículo 133 de la Constitución Política, según la cual los miembros de cuerpos colegiados de elección directa representan al pueblo y deberán actuar consultando la justicia y el bien común. Según esto, los que actúan por prebendas no consultan esos supremos valores y, en consecuencia, violan la Constitución. Así las cosas, los proyectos que fueren aprobados por mayorías obtenidas en razón de la compra de votos deberían declararse inexequibles por violación del referido texto constitucional.

Los órganos de control vienen alertando desde hace tiempos acerca del auge de la corrupción en gobernaciones y alcaldías, aupado por la elección popular que, más que haber profundizado la democracia, quizás ha fortalecido la cleptocracia. Como al parecer ha sucedido últimamente en Medellín, el voto popular ha favorecido a aventureros y paracaidistas cuya consigna es entrar a saco en el tesoro público para su propio provecho y no el de la comunidad.

Coda: Llama la atención que el "Hombre Marlboro", que según Nicolás Petro entregó una suma multimillonaria para la campaña presidencial del padre que no lo crió, aspire hoy a la alcaldía de Maicao, patrocinado precisamente por el "Pacto Histórico".  Hay quienes piensan que el actual gobierno no es menos corrupto que los que lo antecedieron y quizás sea peor.



jueves, 7 de septiembre de 2023

Efectos deletéreos de la intemperancia verbal

Hace años leí en Lecturas Dominicales de El Tiempo un interesante escrito del Dr. Mauro Torres, afamado psiquiatra, sobre el influjo que en la violencia colombiana de mediados del siglo pasado tuvieron los discursos incendiarios de Laureano Gómez y Jorge Eliécer Gaitán. 

Al primero lo llamaban el "Monstruo", por los feroces debates que llevó a cabo en el Senado y en su periódico, "El Siglo" contra los gobiernos liberales de Eduardo Santos y Alfonso López Pumarejo. No le faltaban razones, pero el modo de exponerlas contribuyó decisivamente a enardecer el clima político, que no se atemperó con las políticas conciliadoras de Alberto Lleras Camargo ni de Mariano Ospina Pérez.

Gaitán, por su parte, añadió a la hoguera todo el fuego que pudo con su oratoria altisonante que predicaba la lucha de clases y con sus ruidosas "A la carga" envalentonaba a la plebe contra lo que llamaba la oligarquía. Se recuerda que a menudo, después de sus famosos "Viernes culturales", la masa que lo seguía ciegamente salía a apedrear las instalaciones de "El Tiempo". A pesar de su preciosa "Oración por la Paz", que pronunció pocos días antes de que lo asesinaran, el populacho enardecido protagonizó el tristemente célebre "Bogotazo" del 9 de abril de 1948.

Hay fuertes indicios de que ese crimen que partió en dos la historia de Colombia se fraguó desde el exterior. Así lo consideraba el presidente Ospina, que lo denunció como un complot comunista, hipótesis que encuentra serios fundamentos en la investigación que hizo Eduardo Mackenzie para su libro "Las Farc: el fracaso de un terrorismo". Vid. Ensayo Al Fracaso de Un Terrorismo | PDF | Gobierno | Agitación (scribd.com)

Según información que recibí hace tiempos de la viuda de un importante dirigente liberal antioqueño, Jorge Leyva le confesó a él que a raíz de los descomunales desórdenes del 9 de abril los dirigentes conservadores optaron por desatar la violencia para impedir que los liberales ganaran las elecciones presidenciales venideras. Un libro de Eduardo Caballero Calderón, "Cartas Colombianas", describe con lujo de detalles ese huracán de pasiones que se desató en el país por aquellas calendas. 

Hay otra hipótesis muy discutible que vincula directamente a Fidel Castro con el crimen, pero no al servicio del comunismo internacional, sino como agente de la entonces naciente CIA (Vid. La CIA, Fidel Castro, El Bogotazo y El Nuevo Orden Mundial | PDF | Agencia Central de Inteligencia | Fidel Castro (scribd.com).

El que hoy nos desgobierna tiene una visión sesgada y muy estrecha de nuestra historia, especialmente en lo que concierne a esas décadas oscuras del siglo XX. Se declara sucesor de Gaitán y, sobre todo, de López Pumarejo. Anuncia que si algo llegare a sucederle, el país se sumergería en un nuevo mar de sangre. Como dicen por acá, "le falta mucho pelo para la moña". 

Dejémoslo ahí, por lo pronto. Lo que ahora interesa es señalar que su oratoria y sus declaraciones altisonantes no avalan sus propuestas de concertar grandes acuerdos nacionales. Por el contrario, ahondan la peligrosa polarización que reina hoy entre nosotros.

A los empresarios que formulan reparos sobre la reforma laboral, los llama "esclavistas". Los ganaderos que temen los despojos que anuncia la ministra comunista de Agricultura son para él "señores feudales". Hoy titula en primera página "El Colombiano" que además insulta a los senadores, diciendo que se abrazan con los narcotraficantes. Vid. Petro aleja su “acuerdo nacional” a punta de insultos y peleas: estas son las rencillas (elcolombiano.com).

Vaya uno a saber si sus excesos verbales son fruto del embrujo del micrófono, que según Mauro Torres avasallaba a Gaitán, ya de algún inquietante desorden de su personalidad, ora de un propósito consciente animado por su velada pero muy visible ideología comunista.

Lo cierto es que, a diferencia de lo que predicaba en su momento Alfonso López Michelsen, no son los mejores días, sino los peores, los que están por venir. Como lo sostuve en un escrito de hace algunos días, su primer año de gobierno fue atroz. Pero los que restan no prometen ser mejores. Lo que se propone respecto del sector agrario preludia ríos de sangre. Ya no habrá fuerza pública capaz de contener los desmanes propiciados desde el propio gobierno. Las invasiones de fincas serán cosa de todos los días y el desorden en el sector conllevará desabastecimiento de alimentos, carestía y furor en las ciudades, amén de nuevos desplazamientos y masacres. Lo suyo no es la revolución moderada que predicaba López Pumarejo, sino la extremista de Fidel Castro. Algún buen amigo piensa que quizá nos conduzca a un infierno polpotiano

Hace algún tiempo escribí que nuestro gobernante de marras podría pasar a la historia como uno de los mejores si optara por las soluciones que ofrece la socialdemocracia. Pero él es comunista hasta el tuétano y no le gusta construir sobre lo existente, sino destruirlo para edificar un socialismo obsoleto que ya ha demostrado su incapacidad para mejorar las condiciones de existencia de las comunidades.

Insisto en que lo que nos toca en estos momentos es implorar el auxilio de la Providencia. Hay que rezar mucho por la salvación de Colombia.




sábado, 2 de septiembre de 2023

Como abrazado a un rencor

Al tenor de lo que declaró en Alemania acerca de la caída del Muro de Berlín, el que nos desgobierna mostró que es un comunista redomado. Nadie puede entonces llamarse a engaño acerca de sus intenciones como jefe del Estado colombiano.

No hay que olvidar que la comunista es una ideología criminal que, inspirada en el odio, promueve la violencia para imponer su distopía. Si por lo pronto la evita y hasta la condena, es por oportunismo, a la espera de la ocasión propicia para sacar sus garras e hincar sus colmillos. Es hija del Padre de la Mentira y por consiguiente el engaño hace parte de su estrategia. Juega con el desencanto y las ilusiones de la gente del común para hacerle creer que con ella llega su redención.

Acabo de leer "La Costa Nostra", un valeroso, creíble y descarnado relato de Laura Ardila Arrieta acerca de la corrupción política en la costa atlántica. Pero lo que tan crudamente ahí describe no es patrimonio exclusivo del norte de nuestro territorio. Es como un cáncer que ha hecho metástasis a lo largo y ancho del país.

Desafortunadamente, los que se presentan como alternativa para superar ese deplorable estado de cosas que pone en severo riesgo a nuestra institucionalidad democrática, tampoco son inocentes y suelen incurrir en la política de puestos, contratos y compra de votos que la ha corrompido hasta el tuétano. Me decía un taxista hace poco que un pasajero le contó que había votado por el que hoy nos desgobierna a cambio de un billete de $ 50.000 y un plato de comida. Y mi empleada doméstica me cuenta que presenció en su barrio la fila de los que iban a reclamar la compensación por el voto que habían depositado por el falso redentor.

Piénsese que a sus huestes se suman hoy en día Musa Besaille y el "Hombre Marlboro" que aspira a la alcaldía de Maicao apadrinado por el Pacto Histórico. Ni qué decir del adalid del petrismo en Medellín, el desacreditado "Pinturita".

Como decía Gaitán, hoy presenciamos a "los mismos con las mismas". El gran denunciante de la corrupción ahora preside quizá el gobierno más corrupto en toda la historia de Colombia. Muchos creen que es peor que el de Samper.

Va cobrando verosimilitud el dicho de Rodolfo Hernández acerca de que el falso mesías tiende a rodearse de lo peor de lo peor.

Haciendo alarde de su talante mentiroso, el gobierno predica dizque una "paz total" y la abstención de la violencia oficial, pues la fuerza pública se abstiene por órdenes superiores de proteger a las comunidades. Pero éstas gimen bajo la opresión de criminales de todo pelambre a los que, por urbanidad, no se les puede calificar así, sino como respetables integrantes de organizaciones armadas ilegales.

Toda esta espiral de violencia que nos atrapa como en un tornado goza del estímulo del discurso de odio que se expande desde la Casa de Nariño. No es el caso de un presidente que ejerce la legítima defensa frente a ataques injustos, sino de alguien cuya extrema pugnacidad da lugar a que case peleas con todo el mundo. Su tórrida interioridad, poblada de rencores, frustraciones, envidias, resentimientos y vaya uno a saber cuántos más defectos de carácter, le impide un acercamiento amable a sus semejantes.

Violando las reglas más elementales de la diplomacia, la emprende cada vez que se le ocurre contra dirigentes de la región con quienes no comparte sus ideas. No parece haber leído el famoso libro de Dale Carnegie sobre cómo ganar amigos e influir sobre las personas, pues lo que practica es el arte de multiplicar sus enemigos.

Llama "hitlerianos" a sus contradictores, cuando si alguien en la política contemporánea se parece a Adolfo Hitler es precisamente él, que se propone demoler nuestra maltrecha democracia en aras de un delirante proyecto liberticida y totalitario.

Observándolo bien, se me ocurre compararlo con el desdichado personaje de ese tangazo nihilista que titula "Como abrazado a un rencor". Vid. Como abrazado a un rencor. Tango (1930) (todotango.com). Lo que le va a dejar al mundo es "el testamento de sus amargas palabras, como piantadas de su rencor".