Circula por las redes sociales un video de Petro en el que aparece, cuando era alcalde de Bogotá, arengando a los participantes del desfile del Orgullo Gay con estas palabras que constituyen una nítida confesión de parte: "Hasta que los gays se volvieron socialistas y los socialistas se volvieron gays". (Vid. https://www.facebook.com/699790326833227/videos/1096471790539706/)
Da a entender en su arenga que la bandera multicolor que simboliza el movimiento LGTBI se queda corta en su intento de reflejar la variedad de matices de las orientaciones sexuales. En efecto, según la ONU hay por lo menos 112 (Vid. https://www.hispanidad.com/confidencial/el-nom-se-quita-la-careta-se-llama-vitit-muntarbhorn-y-asegura-que-hay-112-sexos-distintos_265642_102.html)
El humanismo petrista promueve esa abigarrada diversidad en nombre de la emancipación humana y el derecho de cada uno a ser y comportarse como a bien tenga, sea en función de su naturaleza o de sus opciones culturales. La consigna moral básica impone la tolerancia:"Prohibido prohibir".
Hay varias premisas en apoyo de estas tendencias. La primera postula que todas las orientaciones sexuales tienen el mismo valor antropológico y, por consiguiente, moral; la segunda, que todo lo atinente al sexo es asunto estrictamente individual y no afecta a la colectividad, siempre y cuando se dé entre adultos que lo consientan y no se incurra en abuso contra los niños.
La idea de la emancipación humana va más allá de la de libertad. Esta se ha entendido tradicionalmente como un poder moral que entraña límites. De acuerdo con un fino análisis de Eugenio Trías, la libertad es nuestra capacidad de responder ante las diferentes situaciones vitales; implica, entonces, la idea de responsabilidad. La emancipación, en cambio, se concibe como ruptura de todos los lazos naturales y culturales que nos constriñen de alguna manera. Es un concepto que se nutre de las especulaciones de Rousseau sobre nuestro estado de naturaleza:
"Al comienzo de Emilio, Rousseau escribe: «Todo está bien al salir de las manos del autor de las cosas; todo degenera en las manos de los hombres». Y en Del contrato social: «El hombre ha nacido libre, y por doquiera está encadenado». «Cadenas de hierro –dice en el Discurso de las ciencias y las artes– que ahogan en ellos [los hombres] el sentimiento de su libertad original»."(http://www.filosofia.net/materiales/sofiafilia/hf/soff_mo_16.html).
El marxismo ha heredado de Rousseau la creencia en la posibilidad de formaciones sociales en que cada individuo, libre de alienaciones y de toda atadura fundada en la naturaleza, la historia o las convenciones colectivas, desarrolle libremente su personalidad como le plazca.
Tal es la emancipación que se proyecta en el manifiesto político de las Farc. Y la más significativa es la que tiene que ver con los condicionamientos para el libre ejercicio de la sexualidad, que hoy parece considerarse como el derecho de mayor jerarquía dentro de los inherentes a la persona humana.
En "Libido dominandi: Sexual liberation and political control", E. Michael Jones ha develado toda la oscura trama que se oculta tras estas ideas aparentemente humanitarias. (Vid. https://archive.org/details/LibidoDominandiSexualLiberationPoliticalControlE.MichaelJones2000).
En los comienzos de la Revolución Rusa se quiso dar rienda suelta al libertinaje sexual: divorcio por mutuo consentimiento, aborto sin restricciones, sexualidad desenfrenada. Los ideólogos consideraban que el apetito sexual era comparable a la sed. Satisfacerlo equivalía, literalmente, a tomarse un vaso de agua. El pudor, la continencia y, en fin, la moralidad sexual tradicional, asociada a valores familiares y espirituales, se consideraron prejuicios burgueses llamados a erradicarse en la nueva sociedad. Pero, en no mucho tiempo, los dirigentes soviéticos tuvieron que corregir el rumbo y adoptaron políticas conservadoras acerca de estos asuntos.
Putin, que sabe de qué se trata, ha llamado la atención acerca del carácter autodestructivo, evidentemente suicida, de la revolución sexual que se ha producido a lo largo del último medio siglo en las sociedades occidentales y que ahora hace estragos en la nuestra.
La emancipación promovida por Petro y que seguramente continuará si Claudia López llega a la alcaldía de Bogotá, dado que son caimanes del mismo charco, se inspira en el totalitarismo Lgtbi que ya impera en otras latitudes. La defensa de la moral tradicional se castigará so pretexto de que se inspira en el odio; la familia que la Constitución dice proteger como célula fundamental de la sociedad se verá minada por la promoción de formas espurias de comunidad familiar llamadas a imponerse sobre ella; la inclusión a que aspira el colectivo Lgtbi conllevará la exclusión del colectivo mayoritario heterosexual; la educación se ajustará a la nueva moralidad libertina; la administración pública y la de justicia se inclinarán cada vez más del lado de las minorías y en contra de las mayorías; los abortistas ávidos de sangre inocente podrán celebrar cada vez con más descaro su horrendo festín; etc.
No es si no ver el deplorable espectáculo de la Corte Constitucional, que contra todo derecho, se atreve a dar órdenes a autoridades ejecutivas dizque para que reglamenten el ejercicio del derecho fundamental de las mujeres a abortar, como si el mismo fuera inherente a la dignidad de la persona humana. ¿De qué dignidad se trata, por Dios santo?
Lo que hay tras todo esto es la demolición de los cimientos cristianos de nuestra sociedad, por una parte, así como la puesta en práctica de una agenda radical de control de la población humana que nada tiene de humanista o que solo lo es de nombre, por la otra. El famoso Informe Kissinger lo dice todo.(Vid.http://www.elcorreo.eu.org/IMG/article_PDF/EE-UU-y-el-tercer-mundo-NSSM-200-El-Informe-Kissinger_a6420.pdf).
La revolución sexual ofrece liberación, pero en el fondo está concebida para manipular las voluntades individuales a través del señuelo de la satisfacción de los deseos carnales. Excítelos, deles rienda suelta, evite la procreación que puedan suscitar; entonces, tendrá a los individuos a su disposición y podrá controlarlos a su antojo.
Tengo a la mano un libro estremecedor:"Auschwitz, ¿comienza el siglo XXI? Hitler como precursor", de Carl Amery (Turner-FCE, 1998). Mirado a la luz de lo que ahora sucede, el programa esbozado por Hitler en "Mi Lucha" no está muy lejos de la estrategia totalitaria que ha puesto en marcha la ONU, según lo denuncia Mgr. Michel Schooyans en su libro "La Cara Oculta de la ONU" (Vid. https://foroparalapazenelmediterraneo.es/wp-content/uploads/2019/01/Schooyans-Michel-La-cara-oculta-de-la-ONU-R.pdf)
No todo lo que brilla es oro. De igual manera, no todo lo que se anuncia como humanista promueve los verdaderos valores humanos.
Hay varias premisas en apoyo de estas tendencias. La primera postula que todas las orientaciones sexuales tienen el mismo valor antropológico y, por consiguiente, moral; la segunda, que todo lo atinente al sexo es asunto estrictamente individual y no afecta a la colectividad, siempre y cuando se dé entre adultos que lo consientan y no se incurra en abuso contra los niños.
La idea de la emancipación humana va más allá de la de libertad. Esta se ha entendido tradicionalmente como un poder moral que entraña límites. De acuerdo con un fino análisis de Eugenio Trías, la libertad es nuestra capacidad de responder ante las diferentes situaciones vitales; implica, entonces, la idea de responsabilidad. La emancipación, en cambio, se concibe como ruptura de todos los lazos naturales y culturales que nos constriñen de alguna manera. Es un concepto que se nutre de las especulaciones de Rousseau sobre nuestro estado de naturaleza:
"Al comienzo de Emilio, Rousseau escribe: «Todo está bien al salir de las manos del autor de las cosas; todo degenera en las manos de los hombres». Y en Del contrato social: «El hombre ha nacido libre, y por doquiera está encadenado». «Cadenas de hierro –dice en el Discurso de las ciencias y las artes– que ahogan en ellos [los hombres] el sentimiento de su libertad original»."(http://www.filosofia.net/materiales/sofiafilia/hf/soff_mo_16.html).
El marxismo ha heredado de Rousseau la creencia en la posibilidad de formaciones sociales en que cada individuo, libre de alienaciones y de toda atadura fundada en la naturaleza, la historia o las convenciones colectivas, desarrolle libremente su personalidad como le plazca.
Tal es la emancipación que se proyecta en el manifiesto político de las Farc. Y la más significativa es la que tiene que ver con los condicionamientos para el libre ejercicio de la sexualidad, que hoy parece considerarse como el derecho de mayor jerarquía dentro de los inherentes a la persona humana.
En "Libido dominandi: Sexual liberation and political control", E. Michael Jones ha develado toda la oscura trama que se oculta tras estas ideas aparentemente humanitarias. (Vid. https://archive.org/details/LibidoDominandiSexualLiberationPoliticalControlE.MichaelJones2000).
En los comienzos de la Revolución Rusa se quiso dar rienda suelta al libertinaje sexual: divorcio por mutuo consentimiento, aborto sin restricciones, sexualidad desenfrenada. Los ideólogos consideraban que el apetito sexual era comparable a la sed. Satisfacerlo equivalía, literalmente, a tomarse un vaso de agua. El pudor, la continencia y, en fin, la moralidad sexual tradicional, asociada a valores familiares y espirituales, se consideraron prejuicios burgueses llamados a erradicarse en la nueva sociedad. Pero, en no mucho tiempo, los dirigentes soviéticos tuvieron que corregir el rumbo y adoptaron políticas conservadoras acerca de estos asuntos.
Putin, que sabe de qué se trata, ha llamado la atención acerca del carácter autodestructivo, evidentemente suicida, de la revolución sexual que se ha producido a lo largo del último medio siglo en las sociedades occidentales y que ahora hace estragos en la nuestra.
La emancipación promovida por Petro y que seguramente continuará si Claudia López llega a la alcaldía de Bogotá, dado que son caimanes del mismo charco, se inspira en el totalitarismo Lgtbi que ya impera en otras latitudes. La defensa de la moral tradicional se castigará so pretexto de que se inspira en el odio; la familia que la Constitución dice proteger como célula fundamental de la sociedad se verá minada por la promoción de formas espurias de comunidad familiar llamadas a imponerse sobre ella; la inclusión a que aspira el colectivo Lgtbi conllevará la exclusión del colectivo mayoritario heterosexual; la educación se ajustará a la nueva moralidad libertina; la administración pública y la de justicia se inclinarán cada vez más del lado de las minorías y en contra de las mayorías; los abortistas ávidos de sangre inocente podrán celebrar cada vez con más descaro su horrendo festín; etc.
No es si no ver el deplorable espectáculo de la Corte Constitucional, que contra todo derecho, se atreve a dar órdenes a autoridades ejecutivas dizque para que reglamenten el ejercicio del derecho fundamental de las mujeres a abortar, como si el mismo fuera inherente a la dignidad de la persona humana. ¿De qué dignidad se trata, por Dios santo?
Lo que hay tras todo esto es la demolición de los cimientos cristianos de nuestra sociedad, por una parte, así como la puesta en práctica de una agenda radical de control de la población humana que nada tiene de humanista o que solo lo es de nombre, por la otra. El famoso Informe Kissinger lo dice todo.(Vid.http://www.elcorreo.eu.org/IMG/article_PDF/EE-UU-y-el-tercer-mundo-NSSM-200-El-Informe-Kissinger_a6420.pdf).
La revolución sexual ofrece liberación, pero en el fondo está concebida para manipular las voluntades individuales a través del señuelo de la satisfacción de los deseos carnales. Excítelos, deles rienda suelta, evite la procreación que puedan suscitar; entonces, tendrá a los individuos a su disposición y podrá controlarlos a su antojo.
Tengo a la mano un libro estremecedor:"Auschwitz, ¿comienza el siglo XXI? Hitler como precursor", de Carl Amery (Turner-FCE, 1998). Mirado a la luz de lo que ahora sucede, el programa esbozado por Hitler en "Mi Lucha" no está muy lejos de la estrategia totalitaria que ha puesto en marcha la ONU, según lo denuncia Mgr. Michel Schooyans en su libro "La Cara Oculta de la ONU" (Vid. https://foroparalapazenelmediterraneo.es/wp-content/uploads/2019/01/Schooyans-Michel-La-cara-oculta-de-la-ONU-R.pdf)
No todo lo que brilla es oro. De igual manera, no todo lo que se anuncia como humanista promueve los verdaderos valores humanos.
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