Es claro que el mensaje aludía precisamente a los errores que proclama el marxismo-leninismo, entre lo cuales se cuenta el rechazo rotundo a las creencias religiosas y el propósito de erradicarlas de la mente de los pueblos. De ahí, la incompatibilidad radical para ser a la vez marxista-leninista y cristiano.
Pero, como bien lo dice el Evangelio, los hijos de las tinieblas son astutos. Dado que se percataron de que probablemente el mayor obstáculo que se interponía en su empeño de revolucionar el mundo eran las religiones y en especial la católica, urdieron varias estrategias para infiltrarlas y debilitarlas desde su interior, dando lugar así a su sometimiento y posterior aniquilación.
En "Caballo de Troya Rojo", Pablo Javier Davoli se ocupa en detalle de esa infiltración. Destaca las denuncias de Bella Dodd, que hizo parte de las filas comunistas norteamericanas, acerca del proyecto que llevó a cabo Stalin desde la década de 1930 para penetrar los seminarios católicos con miles de agentes suyos que después alcanzaron altas posiciones dentro de la jerarquía eclesiástica. Dodd le contó a Dietrich von Hildebrand que durante su militancia tuvo trato con no menos de cuatro cardenales en el Vaticano que trabajaban para los comunistas (Vid. http://www.pablodavoli.com.ar/ateneocruzdelsur/intranet/articulos/Caballo%20de%20Troya%20Rojo.pdf).
Uno de los blancos de esta penetración fue la Compañía de Jesús. Es asunto que han estudiado en detalle, entre otros, Malachi Martin, en su libro "Los Jesuítas: La traición a la Iglesia católica, apostólica y romana", y Ricardo de la Cierva, en "Oscura rebelión en la Iglesia".
Martin, cuyo libro leí hace años con estremecimiento, pidió que se le permitiera retirarse de la orden para no poner en peligro la salvación de su alma. Ahí escribió que los jesuítas habían cambiado su voto de obediencia al Papa por la adhesión a los dictados de los comunistas. Un conocido mío que contribuyó a la creación del CINEP corrobora esa apreciación: "Nosotros éramos comunistas", dice. En cuanto al libro de De la Cierva, es posible descargarlo pulsando el siguiente enlace: http://historiayverdad.org/Babilonia/oscura-rebelion-en-la-iglesia-ricardo-de-la-cierva.pdf
Martin, cuyo libro leí hace años con estremecimiento, pidió que se le permitiera retirarse de la orden para no poner en peligro la salvación de su alma. Ahí escribió que los jesuítas habían cambiado su voto de obediencia al Papa por la adhesión a los dictados de los comunistas. Un conocido mío que contribuyó a la creación del CINEP corrobora esa apreciación: "Nosotros éramos comunistas", dice. En cuanto al libro de De la Cierva, es posible descargarlo pulsando el siguiente enlace: http://historiayverdad.org/Babilonia/oscura-rebelion-en-la-iglesia-ricardo-de-la-cierva.pdf
De la Cierva ha escrito, además, "La Hoz y la Cruz", en donde se ocupa más en detalle del origen comunista de la Teología de la Liberación (Vid. http://historiayverdad.org/Babilonia/jesuitas/La-hoz-y-la-cruz-ricardo-de-la-cierva.pdf). Ahí cita lo que dijo Fidel Castro acerca de "la alianza estratégica de cristianos y marxistas para el triunfo de la Revolución". Contra esa inicua alianza se opusieron los papas Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI, pero, como lo señalaré más adelante, el papa Francisco la ha puesto ahora en marcha.
Hace pocos años se hizo pública la información acerca de que la Teología de la Liberación había sido ideada y promovida por la KGB con el propósito de sellar esa alianza y cambiar la imagen del comunismo ante el pueblo creyente.(Vid. http://wwwmileschristi.blogspot.com.co/2013/10/si-la-teologia-de-la-liberacion-es-obra.html).
El libro de Julio Loredo de Izcue que lleva precisamente el título de "Teología de la Liberación: Un salvavidas de plomo para los pobres" (Centro Cultural Cruzada, Medellín, 2015) es contundente respecto de de la índole subversiva de este movimiento que pretende desquiciar los fundamentos doctrinales del catolicismo para ponerlo al servicio de la revolución cultural, política, económica y social que está en la mira de los herederos del marxismo-leninismo, ahora disfrazados con la piel de oveja del Socialismo del Siglo XXI.
De hecho, a esa teología se la ha calificado con buenas razones de deicida. Su tema ya no es Dios, sino la emancipación humana, entendida precisamente en el sentido del marxismo. Cumple con el propósito de Feuerbach: Dios como esencia del hombre, es decir, "Homo homini deus" (vid. http://www.redalyc.org/pdf/628/62832750010.pdf). No es una teología de la trascendencia, sino de la inmanencia. Su preocupación es eminentemente terrenal y se desentiende en consecuencia de las cosas eternas.
La religión que postula es política, centrada en el "Reino de este Mundo", que no es el de Nuestro Señor Jesucristo, según lo dice de modo explícito el Evangelio (Jn. 18:36). La liberación que promueve no es la del pecado, sino la emancipación de las cadenas que se considera que oprimen al ser humano en su condición socio-económica.
Pues bien, tal como lo dije atrás, esta es la tendencia que a todas luces se está imponiendo bajo el pontificado del papa Francisco.
George Neumayr acaba de publicar un libro titulado "The Political Pope" en el que muestra elocuentemente cómo el propósito reformista del actual Pontífice se vincula con los puntos de vista de la Teología de la Liberación que había sido dejada a un lado por sus antecesores. Las simpatías del Papa por el comunismo son de vieja data, pues remontan a la época anterior a su ingreso al seminario, cuando trabajaba al lado de una activista revolucionaria que le dio a conocer los textos de Marx. En el siguiente enlace se puede leer un reportaje con el autor del libro y su primer capítulo: https://onepeterfive.com/interview-george-neumayr-author-political-pope/
Se entiende así por qué los pronunciamientos del Papa a raíz de su visita a Fátima para conmemorar los cien años de las apariciones de la Santísima Virgen hayan estado tan lejos de las advertencias proféticas y sus pedidos de arrepentimiento, penitencia y oración por los pecados de la humanidad.
Ello ha dado lugar a que en medios católicos se comente que al Papa no le gusta lo que la Santísima Virgen dijo en Fátima,(Vid. http://catholicvs.blogspot. com.co/2017/05/a-francisco-no- le-gusta-lo-que-la.html# comment-form). Por eso dice el padre Dwight Longenecker que Francisco actúa más como un político que corteja a unos constituyentes, que como Vicario de Cristo. De hecho, se ha convertido en líder de la izquierda mundial.(Vid. https://catholicismpure.wordpress.com/2017/05/10/fatima-the-rage-of-the-left-and-the-coming-terror/)
¿Se hace eco el Papa de los errores que la Santísima Virgen anunció que se difundirían desde Rusia a partir de la revolución comunista? ¿Es el temido promotor de la apostasía de la Iglesia que se ha profetizado desde hace mucho como signo del advenimiento de los últimos tiempos? ¿Está dando lugar, como lo temen algunos, a un cisma peor que el que se suscitó con el arrianismo?
Lo cierto es que ha sembrado la confusión en muchos de los fieles. No apacienta el rebaño, sino que lo dispersa.
Pues bien, tal como lo dije atrás, esta es la tendencia que a todas luces se está imponiendo bajo el pontificado del papa Francisco.
George Neumayr acaba de publicar un libro titulado "The Political Pope" en el que muestra elocuentemente cómo el propósito reformista del actual Pontífice se vincula con los puntos de vista de la Teología de la Liberación que había sido dejada a un lado por sus antecesores. Las simpatías del Papa por el comunismo son de vieja data, pues remontan a la época anterior a su ingreso al seminario, cuando trabajaba al lado de una activista revolucionaria que le dio a conocer los textos de Marx. En el siguiente enlace se puede leer un reportaje con el autor del libro y su primer capítulo: https://onepeterfive.com/interview-george-neumayr-author-political-pope/
Se entiende así por qué los pronunciamientos del Papa a raíz de su visita a Fátima para conmemorar los cien años de las apariciones de la Santísima Virgen hayan estado tan lejos de las advertencias proféticas y sus pedidos de arrepentimiento, penitencia y oración por los pecados de la humanidad.
Ello ha dado lugar a que en medios católicos se comente que al Papa no le gusta lo que la Santísima Virgen dijo en Fátima,(Vid. http://catholicvs.blogspot.
¿Se hace eco el Papa de los errores que la Santísima Virgen anunció que se difundirían desde Rusia a partir de la revolución comunista? ¿Es el temido promotor de la apostasía de la Iglesia que se ha profetizado desde hace mucho como signo del advenimiento de los últimos tiempos? ¿Está dando lugar, como lo temen algunos, a un cisma peor que el que se suscitó con el arrianismo?
Lo cierto es que ha sembrado la confusión en muchos de los fieles. No apacienta el rebaño, sino que lo dispersa.
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